Una denuncia publicada por La Tijera ha vuelto a poner en evidencia el profundo deterioro del sistema de salud cubano, esta vez con imágenes impactantes del Hospital Provincial "Dr. Antonio Luaces Iraola" en Ciego de Ávila. Mientras el régimen insiste en repetir que “la batalla por la salud del pueblo está siendo ganada”, la realidad que viven pacientes, familiares y trabajadores de la salud es totalmente opuesta y extremadamente alarmante.

Durante la noche de ayer, el usuario Yomilier del Río hizo públicas fotografías que muestran el estado deplorable de uno de los centros médicos más importantes de la provincia. Las imágenes revelan baños colapsados, suciedad acumulada, pisos llenos de orine, obstrucciones graves y una falta total de limpieza y mantenimiento. Todo esto dentro de un hospital que atiende a ancianos, embarazadas, niños y enfermos graves que dependen del sistema público para sobrevivir.

El panorama ha generado una profunda preocupación entre quienes acuden diariamente a este centro. Muchos se preguntan si al entrar al hospital estarán más cerca de la recuperación o, por el contrario, exponiéndose a un deterioro mayor de su estado de salud. La incertidumbre, el miedo y la indignación son ahora emociones comunes en los pasillos del Luaces Iraola.

Las preguntas que el régimen se niega a responder son obligatorias y lógicas:

¿La falta de pago a los trabajadores de limpieza es la causa del colapso sanitario? ¿No existen recursos suficientes para garantizar las condiciones mínimas de higiene? ¿Quizás es el resultado de años de abandono, malas administraciones y salarios que no alcanzan ni para cubrir necesidades básicas? Sea cual sea la respuesta, lo cierto es que las autoridades miran hacia otro lado mientras la población afronta riesgos innecesarios e inhumanos.

La contradicción más evidente, y que indigna a miles de cubanos, es que mientras los hospitales están en ruinas, el gobierno continúa destinando millones a la construcción y modernización de hoteles, resorts y centros turísticos. Edificaciones nuevas para extranjeros, mientras los cubanos enfermos deben enfrentarse a instalaciones que parecen salidas de un escenario postapocalíptico.

La crisis del sistema de salud en Cuba no radica en la falta de médicos —porque profesionales hay— sino en el abandono institucional, la corrupción, la mala gestión económica y el absoluto desprecio por la calidad de vida del pueblo.

El colapso sanitario es real, profundo y cada día más peligroso; el pueblo merece un sistema de salud digno, limpio y funcional.

Fuente: La Tijera

Recomendado para ti