Cuatro de cada 10 cubanos con derecho al voto se quedaron en casa o lo anularon

Roberto Céspedes ~ lunes 28 de noviembre de 2022

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El 39% de los cubanos (casi cuatro de cada 10) anularon su boleta o se quedaron en su casa y no votaron en las elecciones municipales de ayer en Cuba, según cifras oficiales que reflejaron también un abstencionismo histórico.

Según datos del Consejo Nacional Electoral, del padrón de 8 351 311 votantes registrados, un 68% asistió a las urnas y casi un 32% (2 623 091 electores) se abstuvo, en lo que algunos analistas consideran ‘un voto de castigo’. 

El abstencionismo superó el anterior récord de septiembre pasado, cuando el 25% de los cubanos con derecho al sufragio optó por no votar durante un referéndum sobre el nuevo código de familia. Y contrasta con las masivas votaciones de los años ochenta y noventa, donde según el gobierno los índices de participación superaban cómodamente el 95% y unanimidad era la palabra de orden.

De los 5 728 220 votantes que acudieron efectivamente a las urnas, un 10.9% invalidaron sus boletas: el 5.22% la dejó en blanco y casi el 5.7% la anuló. En total, las boletas no válidas sumaron 624 375 votos.

Si se suma el número de cubanos que se abstuvieron y aquellos que anularon de una forma y u otra su sufragio, la cifra equivale al 39% del padrón electoral, cerca de 3.25 millones de electores, la más alta señal de rechazo al sistema expresado en las urnas desde las primeras votaciones de este tipo en 1975. 

En cambio, un 61% de las personas con derecho al voto participaron de forma efectiva en los comicios para elegir los llamados delegados al poder popular, todos nominados sin excepción en un proceso bajo control total del Partido Comunista, el único legal en la isla. Esa cifra equivale a unos 5.1 millones de votantes.

Las primeras reacciones emanadas del gobierno cubano, que enfrenta la más grave crisis económica y social de los últimos 63 años, reflejaban posturas discordantes, desde el triunfalismo a casi la decepción. 

Alina Barreiro, la Presidenta del Consejo Electoral Nacional, dijo al portal estatal Cubadebate que los resultados de la elección eran prueba del “amplio respaldo popular a sus representantes y la confianza en la Revolución”. Pero el Canciller Bruno Rodríguez se mostró indignado con una campaña en las redes sociales impulsada por la sociedad civil en favor del abstencionismo.

“No hacen mella en nuestro pueblo”, dijo Rodríguez en alusión a cuentas en las redes sociales que convocaron a la abstención. “No tiene ningún valor, y contrasta con lo que se ha visto del Presidente (Miguel) Díaz Canel por cuatro países con enorme apoyo y simpatía hacia Cuba”. 

De manera habitual durante las jornadas de votación, miembros de los llamados Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y activistas del gobierno suelen tocar a las casas de los votantes morosos para presionarlos a ejercer el sufragio. Históricamente, las personas descontentas optaban por presentarse a las urnas para no “significarse” y evitar señalamientos que pudieran afectar sus empleos o posiciones. Evidentemente esta no fue la ocasión.


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