La vida en Cuba no siempre es fácil, especialmente cuando se trata de vivienda. A través de un video en TikTok, la usuaria @mariela.suarez770 abrió una ventana a la realidad de millones de familias en la Isla, mostrando las pésimas condiciones en las que tuvo que sobrevivir durante años.

El clip comienza con Mariela caminando hacia una pequeña casa de madera, rodeada de plantas y terreno de tierra. “Les muestro dónde viví en Cuba”, escribió en la publicación. La vivienda aparece frágil: tablones viejos, techo de zinc y un fogón de leña que utilizaba para cocinar diariamente.

Mientras recorre el interior, comenta con resignación y nostalgia: “Aquí viví muchos años, aquí cociné con leña bastante”. Su frase resume lo que muchas familias cubanas han tenido que hacer para sobrevivir ante la escasez de recursos y la falta de apoyo estatal. No se trata solo de la ausencia de electricidad o gas, sino de la precariedad de hogares que no protegen del calor, la humedad ni las tormentas.

Aunque Mariela ya logró mudarse a un lugar un poco mejor, su video se convirtió en un reflejo de la crisis habitacional que enfrenta Cuba. Miles de viviendas están deterioradas o en riesgo de derrumbe, y para muchas familias, las soluciones reales por parte del régimen siguen siendo una utopía.

La publicación generó una avalancha de comentarios de apoyo y solidaridad. Usuarios destacaron la resistencia y creatividad del pueblo cubano, que pese a vivir en condiciones difíciles, encuentra la manera de seguir adelante, de cocinar, de mantener un techo y de sobrevivir. Muchos reconocieron que historias como la de Mariela son solo la punta del iceberg de una situación que no recibe suficiente atención internacional.

El video también recordó que la crisis en Cuba no es solo económica, sino también social y habitacional. La falta de infraestructura, la escasez de materiales y la ineficiencia estatal hacen que la vida cotidiana sea un desafío constante. Cada fogón de leña encendido, cada tablón reemplazado, cada gotera improvisada es testimonio del ingenio y la resistencia de los cubanos.

Al compartir su historia, Mariela no solo mostró cómo vivió, sino que puso en evidencia la realidad de muchas otras personas que han tenido que sobrevivir con lo mínimo y sin opciones reales de mejora. Su mensaje es claro: en Cuba, la vivienda digna sigue siendo un lujo que pocos pueden alcanzar.

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