A pocas horas de la protesta mundial convocada para este 10 de diciembre, fecha en la que se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos, en Cuba se registraron nuevas expresiones de descontento popular en distintos municipios del país. La coincidencia entre el llamado global y las manifestaciones espontáneas dentro de la Isla ha generado expectativas sobre un posible aumento de la presión ciudadana contra el régimen.

La convocatoria internacional surgió hace días a través de plataformas digitales y comunidades de la diáspora, con el objetivo de exigir el respeto a los derechos humanos, la liberación de los presos políticos y el fin de la represión en Cuba.

Sin embargo, la situación tomó un giro significativo cuando, en la noche de ayer, grupos de ciudadanos salieron nuevamente a las calles para expresar su descontento ante la crisis económica, la falta de libertades y el deterioro general de las condiciones de vida.

El periodista Javier Díaz, desde su perfil de Facebook, resaltó la importancia del momento histórico que atraviesa la nación: “Es momento de cambiar la historia de nuestro país donde quiera que exista un cubano”. Según Díaz, la jornada de mañana representa una oportunidad para que tanto la comunidad internacional como los ciudadanos dentro del país eleven su voz de manera simultánea.

Diversos activistas y observadores apuntan a que la coincidencia entre la protesta global y las manifestaciones emergentes dentro de Cuba podría generar un efecto multiplicador, visibilizando aún más la crítica situación de derechos humanos en la Isla.

La expectativa ahora se centra en si el pueblo cubano aprovechará esta fecha simbólica para expresar nuevamente su demanda de libertad y cambios profundos.

La convocatoria para el 10 de diciembre podría convertirse así en un punto de inflexión, en un país donde cualquier gesto público de inconformidad implica un riesgo, pero donde la necesidad de un cambio parece cobrar cada vez más fuerza.

Recomendado para ti