El gobierno cubano reaccionó este lunes a las recientes medidas migratorias adoptadas por la administración de Donald Trump, asegurando que miles de cubanos residentes en Estados Unidos enfrentan un clima de “miedo” y “persecución”. Las declaraciones fueron realizadas por el canciller cubano, Bruno Rodríguez, a través de su cuenta en X, donde denunció que las nuevas disposiciones ponen en riesgo la estabilidad legal y financiera de sus nacionales.

Rodríguez afirmó que los cubanos en territorio estadounidense “sufren el temor impuesto por la política migratoria actual”, al advertir que muchos de ellos podrían ser deportados “de manera arbitraria”. También señaló que estas medidas amenazan con congelar o cerrar cuentas bancarias de ciudadanos de la isla, una situación que, según el canciller, afecta directamente a familias trabajadoras.

El funcionario aseguró además que quienes promovieron la migración cubana hacia Estados Unidos “traicionan” ahora a sus propios electores, alegando que algunos actores políticos han priorizado “favores e influencia” por encima de sus compromisos con la comunidad cubana.

Las declaraciones surgen tras el anuncio realizado por la Casa Blanca el pasado 2 de diciembre, cuando el gobierno de Trump suspendió todas las solicitudes migratorias procedentes de 19 países incluidos en una lista de prohibición de viajes, entre ellos Cuba, Venezuela, Haití y Somalia. La decisión impacta procesos clave como solicitudes de residencia permanente, naturalización, entrevistas, trámites de asilo y revisiones de tarjetas de residencia, lo que ha provocado demoras y cancelaciones generalizadas en el sistema.

Además, la administración republicana ordenó una revisión exhaustiva de las green cards emitidas a ciudadanos de las naciones afectadas y anunció recortes en beneficios fiscales reembolsables, como créditos tributarios por hijos o por ingresos laborales. Según el gobierno estadounidense, estos programas están siendo utilizados por inmigrantes que, en su criterio, reciben más beneficios de los que aportan.

Las medidas se enmarcan en un contexto de endurecimiento migratorio y responden, según la Casa Blanca, a preocupaciones de seguridad nacional tras recientes incidentes, incluido un tiroteo en Washington relacionado con un solicitante de asilo afgano.

A este escenario se suma el reporte difundido por NBC News, que reveló que el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) detuvo a más de 75.000 inmigrantes sin antecedentes penales durante los primeros nueve meses del actual gobierno. Estas cifras han generado críticas de organizaciones defensoras de derechos de inmigrantes, que denuncian un patrón de detenciones desproporcionadas.

Fuente: EFE

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