La administración del presidente Donald Trump afirmó que Estados Unidos cuenta actualmente con “la frontera más segura de la historia”, mientras más de 2,5 millones de inmigrantes indocumentados han salido del país desde su regreso al poder este año. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, destacó los supuestos logros históricos de su gestión en un informe de fin de año del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

Según el DHS, los cruces ilegales en la frontera se redujeron un 93 % interanual, el tráfico de fentanilo cayó a la mitad y cientos de miles de inmigrantes indocumentados con antecedentes penales fueron arrestados o deportados. De los 2,5 millones que abandonaron EE.UU., aproximadamente 1,9 millones lo hicieron voluntariamente y más de 622,000 fueron expulsados por las autoridades.

Para incentivar la salida voluntaria, la administración Trump ha promovido el uso de la aplicación CBP Home, que permite a los inmigrantes registrarse para regresar a sus países de origen y recibir un vuelo gratuito más un bono de 1,000 dólares. “Estamos asegurando la frontera, combatiendo a los cárteles y deteniendo a miles de extranjeros ilegales con antecedentes penales”, afirmó Noem, quien agregó que la administración no descansará hasta completar sus objetivos.

En paralelo, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) reportó la incautación de casi 540,000 libras de drogas durante 2025, un aumento cercano al 10 % respecto al año anterior. La Guardia Costera recuperó alrededor de 470,000 libras de cocaína, suficiente para un potencial impacto letal masivo según las autoridades.

El DHS también resaltó un ahorro estimado de más de 13,000 millones de dólares para los contribuyentes, atribuido a la reorganización de distintas agencias como FEMA, el Servicio Secreto y la Agencia de Seguridad Cibernética e Infraestructuras (CISA), que habrían vuelto a centrarse en sus “misiones fundamentales”.

Si bien la administración presenta estos datos como logros históricos, analistas externos cuestionan la magnitud de las cifras y señalan que la política de “autodeportación” podría generar presiones humanitarias y económicas sobre las familias migrantes. Además, la reducción en los cruces ilegales y el aumento en las salidas voluntarias se producen en un contexto de endurecimiento de sanciones y despliegues militares en áreas clave de entrada a EE.UU., como el Caribe y el Pacífico, lo que refuerza la narrativa oficial sobre la seguridad fronteriza.

(Con información de Fox News)

Recomendado para ti