La tensión en Europa del Este volvió a escalar este sábado cuando Rumania detectó un dron ruso en su espacio aéreo, lo que obligó al Ministerio de Defensa a movilizar dos cazas F-16 desde la Base 86 Fetești. El aparato fue seguido durante unos 20 kilómetros hasta desaparecer de los radares en la zona de Chilia Veche, próxima a la frontera con Ucrania.
El ministro de Defensa, Ionuț Mosteanu, confirmó en redes sociales que se trataba de un dron ruso y aseguró que la población no estuvo en peligro en ningún momento. Aunque no sobrevoló zonas habitadas, las autoridades enviaron una alerta preventiva a los residentes del condado de Tulcea ante la posible caída de fragmentos.
En paralelo, Polonia activó sus sistemas de defensa aérea tras recibir indicios de posibles incursiones de drones rusos en sus regiones fronterizas. Sirenas de emergencia sonaron en la provincia de Lublin y el aeropuerto local suspendió operaciones por precaución. Sin embargo, dos horas después, el mando militar polaco desactivó la alerta al no detectarse invasiones reales de su espacio aéreo.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó que el dron ruso penetró hasta 10 kilómetros en territorio rumano y permaneció durante 50 minutos sobre espacio aéreo de la OTAN, calificando el hecho como una acción deliberada de Moscú para expandir el conflicto.
Este incidente se suma a episodios previos: fragmentos de drones han caído en Rumania en varias ocasiones desde 2022, lo que llevó a Bucarest a aprobar en febrero una ley que autoriza derribar aeronaves no tripuladas hostiles. Hasta ahora, los daños se habían limitado a estructuras en áreas poco pobladas.
En el caso polaco, la alarma surge apenas tres días después de que 19 drones rusos violaran su espacio aéreo, lo que encendió las alertas dentro de la alianza atlántica. En esta ocasión, los cazas polacos y aliados realizaron vuelos preventivos mientras unidades terrestres rastreaban la zona, antes de descartar la amenaza.
La frontera oriental de la OTAN se ha convertido en un punto de máxima sensibilidad militar. Tanto Polonia como Rumania, vecinos de Ucrania, mantienen una coordinación constante con los aliados ante la posibilidad de que los ataques rusos crucen accidentalmente —o de forma intencionada— hacia su territorio.
Mosteanu reiteró que Rumania defenderá su espacio aéreo y seguirá vigilante ante nuevas agresiones. Por su parte, el gobierno polaco pidió a la población mantener la calma y seguir las indicaciones de seguridad en caso de futuras alarmas.
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