Descarga gratis nuestra App

Ex atleta cubana mendigando en las calles de Santiago

Redacción de CubitaNOW ~ martes 7 de octubre de 2025

Article feature image

La imagen de Aleida Palomo Sánchez, exatleta de alto rendimiento y profesora cubana, pidiendo ayuda en las calles de Santiago de Cuba, causa conmoción y rabia entre los ciudadanos. Quien un día levantó la bandera nacional en los Juegos Panamericanos de 1991 hoy deambula enferma, con la mirada perdida y el cuerpo debilitado por el abandono.

El escritor y activista Yasser Sosa Tamayo fue quien compartió la escena en sus redes sociales, describiendo con dolor cómo la otrora gloria deportiva camina sola, vestida con ropas gastadas y sin rumbo fijo. “Su cuerpo enfermo y su ropa desgastada son el retrato más cruel del abandono”, escribió el activista, que decidió ofrecerle lo poco que tenía en el momento.

Aleida no solo brilló en las canchas, también dedicó años de su vida a la enseñanza, formando nuevas generaciones de deportistas. Pero ni su entrega ni su legado fueron suficientes para recibir el apoyo del Estado cuando más lo necesitaba.

“Esa mujer que un día levantó el nombre de Cuba camina invisible entre nosotros”, lamentó Sosa, que pidió ayuda urgente para ella.

En redes sociales, los comentarios no se hicieron esperar. Muchos santiagueros expresaron su indignación ante la falta de atención del INDER y de las instituciones locales, que suelen llenarse la boca hablando de “humanismo” y “solidaridad socialista”, pero dejan a su suerte a los mismos héroes que un día el sistema utilizó como símbolos de gloria.

“¿De qué sirve tanto discurso sobre los valores si dejan morir en la calle a quienes nos enseñaron a luchar?”, comentó un usuario. Otro añadió: “El gobierno solo se acuerda de los atletas cuando pueden salir en una foto, no cuando tienen hambre o enfermedad”.

El caso de Aleida Palomo no es aislado. En Cuba abundan historias de exdeportistas, profesores y artistas que envejecen sin pensión suficiente, sin atención médica ni vivienda digna. Muchos sobreviven gracias a la solidaridad ciudadana y a los activistas que, como Sosa, se niegan a mirar hacia otro lado.

El abandono de estas figuras refleja el colapso moral y social de un sistema que ya no protege ni a sus propios símbolos. Aleida, enferma y olvidada, se ha convertido en el rostro de una verdad que duele: en Cuba, la gloria dura mientras eres útil; después, el silencio y el olvido te entierran viva.


Recomendado para ti

Tambien te puede interesar