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Café cubano viaja al mundo mientras el pueblo se queda sin taza

Redacción de CubitaNOW ~ domingo 28 de diciembre de 2025

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El café siempre ha sido un símbolo cubano: un gesto de bienvenida, un respiro en medio del día, un motivo para conversar incluso en los momentos más duros. Sin embargo, lo que un día fue una tradición sagrada se ha convertido en un lujo inalcanzable para la mayoría de los cubanos. Paradójicamente, el grano que nace en las montañas de Oriente, cultivado con esfuerzo y manos campesinas, termina lejos del hogar que lo vio crecer.

Hoy, la realidad es dura: mientras las lomas cubanas producen un café de excelente calidad, ese mismo café es dirigido casi por completo a los mercados europeos, donde se vende como un producto premium, ecológico y exótico. En países como Italia, los consumidores disfrutan lo que debería estar en las tazas cubanas, sin saber que el pueblo que lo produce no tiene acceso ni a una cucharadita de su propio café.

Dentro de la Isla, el panorama es otro: la población recibe mezclas de baja calidad, polvo con sabor amargo a engaño o, simplemente, nada. Las bodegas entregan cáscaras, sucedáneos o productos adulterados que no se parecen en nada al café tradicional que por décadas formó parte de la identidad nacional. El cubano ha sido empujado a aceptar imitaciones mientras ve cómo su propio producto estrella sale del país para generar divisas que nunca se traducen en bienestar.

Esta política de “primero exportar, después ver qué queda para el pueblo” desnuda un modelo que antepone el dinero a la dignidad de su gente. El café es solo otro recurso nacional saqueado mientras la población vive entre la escasez, la resignación y el cansancio acumulado de años de promesas incumplidas. Es un ejemplo pequeño, pero poderoso, del deterioro generalizado: un país que no puede garantizar ni un café por la mañana es un país que perdió el rumbo.

Lo más doloroso es comprobar que todavía existan quienes defienden estas prácticas, quienes justifican lo injustificable o quienes niegan, desde la comodidad de un discurso vacío, la realidad que vive el cubano de a pie.

Fuente: La Tijera News


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