La población cubana pasó el último domingo de 2025 enfrentando cortes de electricidad generalizados, según el reporte oficial de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE), que anticipó para las horas de mayor consumo un déficit cercano a los 1.900 megavatios (MW), equivalente a más de la mitad de la demanda energética nacional.

Según la UNE, para el horario de mayor consumo se proyectaba una disponibilidad de 1.468 MW frente a una demanda máxima de 3.370 MW, lo que generaba un déficit de 1.902 MW. De mantenerse estas condiciones, se pronosticaba una afectación de alrededor de 1.930 MW.

El sábado, el suministro eléctrico estuvo interrumpido durante toda la jornada, y la máxima interrupción por déficit de generación alcanzó los 1.956 MW a las 18:30 horas, de acuerdo con el organismo. Durante la mañana del domingo, la disponibilidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) era de 1.370 MW frente a una demanda de 1.920 MW, lo que dejaba 567 MW sin servicio.

La UNE informó que siete unidades termoeléctricas permanecían fuera de funcionamiento por fallas o mantenimiento. Entre las principales incidencias se registraron problemas en las unidades 5 y 8 de la central de Mariel, la unidad 2 de Felton, la unidad 6 de Diez de Octubre y la unidad 3 de Renté, además de paradas programadas en las plantas de Santa Cruz y Carlos Manuel de Céspedes, en Cienfuegos. A esto se suman limitaciones térmicas por 589 MW y afectaciones por escasez de combustible y lubricantes que superan los 1.000 MW.

El organismo estatal indicó también que 88 centrales de generación distribuida estaban fuera de servicio por falta de combustible, junto con restricciones en la planta fuel de Moa. Para el horario nocturno se esperaba la posible entrada parcial de dos unidades, sin que ello modificara de manera significativa el déficit previsto.

Los prolongados cortes eléctricos se suman a la inflación y a la escasez de productos básicos, generando un sentimiento generalizado de cansancio y desconfianza entre la ciudadanía, según una encuesta de Martí Noticias realizada en barrios de La Habana.

“Si continuamos así, o no queda nadie en el país, o vamos a terminar presos o muertos. Sin medicinas, sin alimentos… no veo salida”, comentó una mujer de 53 años. Otro vecino expresó: “Espero un cambio, pero no con esta gente en el poder. Al final te están engañando”. Otros testimonios reflejaron problemas cotidianos como la falta de agua, la acumulación de basura y el deterioro de las calles. Una joven manifestó: “Que cambien las cosas, que mejore un poco la economía del país… las personas se están muriendo por las enfermedades, no hay agua, no hay comida”.

La situación energética, unida a las dificultades económicas y sociales, evidencia un panorama crítico que cierra el año con amplias tensiones en la isla.

Fuente: Martí Noticias

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