En un momento en que el boxeo cubano atraviesa uno de los capítulos más grises de su historia, con resultados pobres, deserciones y un retroceso institucional evidente, figuras como David Morrell Jr. siguen demostrando que el talento de la Isla florece cuando la burocracia deja de ponerle cadenas. El villaclareño, dueño de un estilo explosivo y un potencial que muchos expertos sitúan entre los más altos de su división, acaba de recibir una oportunidad que puede revolucionar su carrera: la disputa del título interino semipesado (175 lbs) de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).

La confirmación llegó este 4 de diciembre luego de semanas de tensiones, desacuerdos y negociaciones trabadas entre los equipos de Morrell Jr. y del británico Callum Smith, un veterano de talla mundial con récord de 31-2 y vasta experiencia en combates de élite. La OMB, que incluso había anunciado una subasta para ese mismo día, celebró en redes sociales que las partes lograran finalmente un acuerdo sin llegar a ese extremo.

Las promotoras Matchroom Boxing y TGB Promotions / Warriors Boxing, que inicialmente defendían intereses totalmente opuestos, decidieron alinearse y cerrar el pacto que permitirá oficializar la pelea en las próximas horas. Ahora solo resta definir sede, fecha y detalles organizativos, que serán anunciados por la entidad rectora muy pronto.

Lo más llamativo es que este acuerdo se dio en el último minuto, justo antes de que la subasta pudiera cambiar por completo el rumbo de la contienda. Morrell Jr., con récord de 12-1, venía insistiendo desde julio en la importancia de asegurar esta oportunidad, pero las negociaciones se mantenían estancadas. La OMB debió intervenir de forma enérgica para presionar una resolución antes del cierre del plazo.

Mientras tanto, en Cuba, la realidad del boxeo dista muchísimo de este resurgir individual. Con la estructura deportiva en decadencia, recursos mínimos, resultados internacionales pobres y un éxodo constante de jóvenes talentos hacia el profesionalismo, la Isla ha perdido gran parte del prestigio que durante décadas la convirtió en potencia mundial.

Sin embargo, en escenarios internacionales, los púgiles cubanos que dieron el salto al boxeo rentado están dejando claro que el problema nunca fue la calidad del atleta, sino el sistema que les impedía crecer.

La próxima pelea de David Morrell Jr. será, por tanto, mucho más que un combate por un título. Será una prueba de fuego para su futuro, una vitrina para el talento cubano y otro recordatorio de que, aunque en Cuba el ring se apaga, fuera de sus fronteras sus boxeadores siguen brillando con luz propia.

Fuente: Swing Completo

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