Una fuerte crítica al discurso oficialista y a figuras vinculadas a la cúpula ideológica del país fue expresada públicamente en el perfil Manuel Viera, en un texto que ha comenzado a circular en redes sociales y espacios de debate digital entre cubanos dentro y fuera de la Isla. El pronunciamiento apunta directamente contra el proyecto comunicacional "Cuadrando la Caja" de la periodista Marxlenin , quien Viera asocia con "una élite política e intelectual desconectada de la realidad cotidiana del pueblo cubano”.

En su declaración, Viera acusa tanto a la conductora del programa como a su esposo Fidel Antonio Castro Smirnov, nieto de Fidel Castro (quien también se caracteriza por utilizar esa deleznable nomenclatura), por ser actores de reproducir una narrativa arrogante y excluyente, en la que se descalifica como “enemigos” o “gusanos” a los ciudadanos que expresan inconformidad con la situación social, económica y política del país. Según Viera, este lenguaje no es casual, sino parte de una cultura política que —afirma— se ha normalizado tras décadas de censura y alineamiento forzado con el discurso oficial.

Uno de los ejes centrales de la crítica gira en torno a el programa difundido por Marxlenin, el cual Viera considera ofensivo y desconectado de la identidad cultural cubana. En particular, rechaza cualquier intento de relativizar o cuestionar tradiciones culinarias como el congrí, el lechón asado o la yuca con mojo, platos que define como parte esencial del patrimonio cultural transmitido por generaciones de familias cubanas. “Nadie tiene derecho a decidir por mí lo que puedo o no puedo comer”, sostiene el texto, subrayando que tales afirmaciones no son simples opiniones, sino expresiones de una visión paternalista del poder.

El pronunciamiento también vincula este tipo de discursos con episodios recientes en espacios institucionales, donde —según Viera— se han legitimado declaraciones consideradas ofensivas hacia sectores vulnerables de la población, sin que exista un debate crítico real. Para el autor, el problema no es solo comunicacional, sino estructural: un sistema que, a su juicio, premia la obediencia discursiva incluso cuando incurre en el ridículo o la negación de la realidad.

Lejos de rechazar el calificativo de “gusano”, Viera afirma que muchos cubanos inconformes lo han resignificado como un símbolo de dignidad y resistencia frente a un modelo que no admite la discrepancia. En ese sentido, su texto se presenta no solo como una crítica a Marxlenin o a Castro Smirnov, sino como una denuncia más amplia del clima político y cultural que, según afirma, impera actualmente en Cuba.

La declaración de Manuel Viera se suma a un creciente número de voces que cuestionan el papel de los comunicadores oficialistas y la relación entre ideología, cultura y vida cotidiana en la Isla, en un contexto marcado por la crisis económica y el debate social cada vez más visible en plataformas digitales.

Fuente: Texto y opiniones atribuidas íntegramente al perfil de Manuel Viera.

Recomendado para ti