Economistas instan a Cuba a emprender reformas profundas más allá del embargo para salir del colapso económico
Redacción de CubitaNOW ~ martes 21 de octubre de 2025

A las puertas de un nuevo debate en la ONU sobre el embargo estadounidense, la economía cubana continúa sumida en una de sus peores crisis en décadas. Sin embargo, ocho economistas independientes coinciden en que, aunque las sanciones de Washington pesan sobre la isla, la raíz del problema se encuentra dentro del propio sistema cubano. Y advierten: sin reformas estructurales y apertura política, no habrá recuperación posible.
Durante años, el Gobierno cubano ha presentado el embargo como la “principal causa” de sus males económicos. Pero los expertos consultados por la agencia EFE sostienen que, si bien las restricciones externas agravan la situación, existen factores internos —como la centralización del poder, la falta de autonomía empresarial y el control absoluto del Estado sobre los sectores productivos— que impiden cualquier avance real.
El economista Omar Everleny Pérez, profesor de la Universidad de La Habana, lo resume así: “El bloqueo nos afecta, pero no depende del Gobierno. Lo que sí depende de ellos es acabar con la planificación hipercentralizada, reducir la burocracia y no temerle al mercado”.
La isla enfrenta una crisis multidimensional: energética, alimentaria, sanitaria, financiera y productiva. La escasez de alimentos y medicinas, la inflación galopante y los apagones constantes son síntomas de un modelo agotado.
Para Tamarys Bahamonde, profesora de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, los problemas son “sistémicos”. “Es como una tela de araña: no se puede resolver uno sin tocar todos los demás”, explica.
Desde Washington, Ricardo Torres, investigador de la Universidad Americana, coincide en que “aun bajo sanciones, Cuba puede hacer mucho”. Entre las medidas posibles menciona “favorecer la inversión privada, garantizar la propiedad, crear un marco jurídico estable y fomentar la competencia”. Sin embargo, añade que el Gobierno “no parece dispuesto a desmantelar el modelo actual”.
El académico Mauricio de Miranda, de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, enfatiza que el primer paso debe ser político: “Sin democratización e inclusión de los cubanos de la diáspora, no habrá soluciones duraderas”. Propone eliminar el control de los militares sobre conglomerados como GAESA, liberar el sector agropecuario y dar igualdad jurídica a todos los actores económicos.
El también economista Pedro Monreal considera indispensable reformar la Constitución de 2019, que consagra la “dirección planificada de la economía”. A su juicio, Cuba sufre un tipo de crisis que “no puede resolverse dentro de los marcos del sistema actual”, por lo que requiere transformaciones de gran alcance que el Gobierno no parece dispuesto a asumir.
Por su parte, Carlos Martínez, economista cubano-estadounidense, insiste en que La Habana debe dejar de obstaculizar el desarrollo de sectores clave, como la agricultura y las telecomunicaciones, monopolizados por el Estado. “Mientras se mantengan esos monopolios, no habrá crecimiento ni innovación”, advierte.
En el mismo sentido, Pavel Vidal, también de la Universidad Javeriana, subraya que el Gobierno necesita “dar señales creíbles de que aplicará una reforma profunda”. Según él, incluso los países aliados de Cuba, como Rusia o China, desconfían de su voluntad real de cambio. “La estrategia de buscar aliados internacionales ya no funciona. Han perdido credibilidad, incluso entre sus viejos socios”, afirma.
Finalmente, Miguel Alejandro Hayes, del Instituto de Investigaciones sobre la Cuenca del Caribe, estima que el país necesita una inversión de 60.000 millones de dólares para reconstruir su infraestructura y reactivar su aparato productivo. Pero advierte que el colapso actual no se resolverá con simples ajustes. “Cuba necesita una transición económica y política que permita diseñar un plan de reconstrucción nacional”, concluye.
En conjunto, las voces de estos economistas trazan un mensaje claro: mientras el Gobierno cubano mantenga su modelo estatista y rehúya la apertura, las sanciones seguirán siendo solo una parte del problema. La verdadera solución, aseguran, depende de que el país mire hacia dentro y se atreva a cambiar.
(Con información de EFE)