Eduardo Martínez Dubouchet, el cubano que tiene tres títulos nobiliarios

Redacción de CubitaNOW ~ viernes 31 de marzo de 2023

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Eduardo Martínez Dubouchet, profesor cubano exiliado en Miami, ostenta desde hace pocos años tres títulos nobiliarios cubanos que se consideran históricos.

En una entrevista realizada por el escritor William Navarrete para el medio independiente Cubanet, Martínez Dubouchet, actual IX Conde de Casa Bayona, X Marqués de Arcos y VIII Conde de Santa María de Loreto, cuenta su historia y la de los títulos que ostenta. Según indica, la posesión de estos no implica privilegio alguno para sus poseedores, y, contrariamente a lo que se puede creer, resulta costoso rehabilitarlos y llevar los casos de reclamaciones a los tribunales.

Con la llegada de Fidel Castro al poder en 1959 muchos de los representantes de estos títulos en Cuba fueron expulsados al exilio. La pérdida de sus propiedades originales, confiscadas por el castrismo, y las dificultades financieras que encontraron cuando llegaron a los países de adopción hicieron que muchos nobles cubanos no rehabilitaran o no hicieran valer sus derechos durante las décadas de 1960-1990.

Martínez Dubouchet cuenta que su familia se exilió en 1961, cuando él tenía 20 años. “Mi padre había sido funcionario del Ministerio de Hacienda y, como tal, había sido nombrado representante de los señores feudales para tratar con el gobierno castrista sobre la compensación por la expropiación de sus tierras. Se trató de una misión imposible, por lo que decidió marcharse”, explica.

Desde entonces, él ha vivido en varios países, incluyendo España, y ha trabajado activamente para preservar la memoria histórica de su familia y de los títulos nobiliarios que ostenta.

En cuanto al proceso para recuperar los títulos, señaló que fue un proceso largo y costoso: "Rehabilitar los títulos no es fácil. Se necesitan muchos documentos, mucha investigación y mucha paciencia. Y por supuesto, también hay que tener en cuenta los costos legales".

No obstante, el conde afirmó que el resultado final valió la pena: "Para mí, recuperar los títulos nobiliarios es un acto de justicia histórica, y un homenaje a mis antepasados y a la historia de Cuba".


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