EE. UU. acusa a ex diplomática de la UE imputada por corrupción de respaldar al “régimen represivo” de Cuba
Redacción de CubitaNOW ~ viernes 5 de diciembre de 2025
Las autoridades estadounidenses volvieron a poner en el centro del debate la relación entre la ex Alta Representante de la Unión Europea, Federica Mogherini, y el régimen cubano, tras conocerse su imputación en un caso de fraude y corrupción en el Colegio de Europa. Para Washington, este escándalo no hace más que confirmar lo que llevaba años denunciando: la afinidad política de Mogherini con La Habana y su papel en la legitimación internacional del gobierno cubano.
El vicesecretario de Estado de EE. UU., Christopher Landau, fue especialmente crítico. En declaraciones públicas, recordó que la ex jefa de la diplomacia europea se refirió en su momento a Cuba como una “democracia de partido único”, una definición a la que hoy Washington apunta como prueba de la complacencia europea hacia un sistema que califica abiertamente de represivo.
Landau subrayó que Mogherini promovió durante su mandato el aumento de inversiones, turismo y comercio entre la Unión Europea y Cuba, decisión que —según él— contribuyó a fortalecer a la dictadura cubana en lugar de presionarla para garantizar libertades políticas y derechos humanos. Para Washington, ese acercamiento no solo benefició al régimen de la isla, sino que además ignoró la naturaleza abiertamente antiestadounidense del gobierno cubano y su historial de violaciones de derechos fundamentales.
La imputación de Mogherini, aunque vinculada formalmente a irregularidades contractuales en el Colegio de Europa, ha reactivado la discusión política sobre su legado diplomático, especialmente en América Latina y el Caribe. En el caso cubano, su gestión fue interpretada por opositores y activistas de derechos humanos como un “salvavidas” político para La Habana, en momentos de creciente aislamiento internacional.
El caso estalla mientras Landau representa a Estados Unidos en la reunión ministerial de la OTAN en Bruselas, sustituyendo a Marco Rubio. Desde allí, el funcionario reiteró que Washington sigue esperando que Europa asuma mayor responsabilidad en materia de seguridad y subrayó que la política exterior estadounidense no variará en su postura crítica hacia gobiernos autoritarios, incluido el cubano.
La ausencia de Rubio —ocupado en negociaciones relacionadas no solo con la guerra en Ucrania, sino también con conflictos en Sudán o Gaza— no restó protagonismo al mensaje estadounidense. Aunque la organización consideró “aceptable” su ausencia, Landau aprovechó su presencia en Bruselas para reforzar el discurso de que Europa debe emplearse más a fondo en su propia defensa y liderazgo geopolítico.
El señalamiento contra Mogherini, sin embargo, ha generado un impacto más allá de la agenda atlántica. Para sectores críticos dentro y fuera de Cuba, la imputación ofrece una oportunidad para revisar el papel de ciertos actores europeos en la normalización internacional del castrismo. Durante su mandato, Mogherini defendió con insistencia el diálogo político y la apertura económica hacia La Habana, incluso mientras organizaciones independientes denunciaban la continuidad de la represión y la falta total de garantías para el ejercicio de libertades básicas.
En Habana encontrando al Presidente Raul Castro en el dia del historico acuerdo #UE - #Cuba pic.twitter.com/sGqYByqe41
— Federica Mogherini (@FedericaMog) March 11, 2016