El turismo en Cuba fracasa en sus metas de 2025: se queda un 25 % por debajo de sus propias previsiones
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 18 de diciembre de 2025
El Gobierno cubano reconoció públicamente que el sector turístico no cumplirá los objetivos fijados para 2025, quedándose alrededor de 25 puntos porcentuales por debajo de las metas oficiales tanto en ingresos como en número de visitantes internacionales. El reconocimiento se produjo durante una intervención del ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso, ante la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Según los datos expuestos, los ingresos por turismo apenas alcanzarían 917,4 millones de dólares, lo que representa solo el 75,8 % de lo planificado, mientras que la llegada de visitantes rondaría los 1,9 millones, equivalente al 73,1 % de la previsión gubernamental. De confirmarse estas cifras, Cuba registraría su peor desempeño turístico desde 2003, excluyendo los años más críticos de la pandemia de covid-19.
El contraste con etapas anteriores resulta contundente. Antes de la pandemia, la isla recibía entre 4,6 y 4,7 millones de turistas anuales, como ocurrió en 2017 y 2018. Hoy, esas cifras parecen inalcanzables. De acuerdo con la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), entre enero y octubre el país recibió 1.477.892 visitantes internacionales, un 19,9 % menos que en igual período del año anterior.
Las autoridades atribuyen el desplome a una combinación de factores que afectan directamente la competitividad del destino Cuba. Entre ellos destacan la profunda crisis económica y energética, que deteriora los servicios básicos, la infraestructura hotelera y la experiencia del visitante; el recorte de rutas aéreas internacionales; y las sanciones de Estados Unidos, señaladas de manera recurrente por el discurso oficial.
Sin embargo, el retroceso del turismo ocurre en un momento especialmente delicado para la economía cubana. El sector es considerado estratégico por su aporte al producto interno bruto y, sobre todo, por la entrada de divisas, un recurso escaso y vital para un país con severos problemas de liquidez, desabastecimiento y endeudamiento externo.
La debilidad del turismo cubano contrasta de forma notable con el comportamiento de otros destinos del Caribe y América Latina. Zonas como Punta Cana, en República Dominicana, o Cancún, en México, no solo se recuperaron tras la pandemia, sino que están registrando máximos históricos de visitantes, beneficiándose de mayor conectividad aérea, estabilidad operativa y mejores servicios.
El incumplimiento de las metas turísticas para 2025 confirma que Cuba no ha logrado reactivar uno de los pilares tradicionales de su economía. Más allá de las explicaciones oficiales, las cifras reflejan un sector atrapado entre la crisis interna, la falta de inversión efectiva y una pérdida sostenida de atractivo frente a competidores regionales que avanzan mientras la isla continúa rezagada.