Una nueva denuncia desde Holguín vuelve a poner el foco sobre la profunda crisis del sistema de salud cubano y el trato indigno que reciben los ciudadanos; incluso aquellos en condiciones de extrema vulnerabilidad.

Esta vez, la afectada es B. AnyLisa JD, una joven embarazada que acudió este sábado 15 de noviembre a un centro hospitalario para comprobar el estado de su bebé, después de haber estado recientemente enferma con un virus. Lo que esperaba que fuera un chequeo rutinario se convirtió en un episodio de angustia e impotencia.

Según relató en sus redes sociales, la doctora de guardia, identificada como Daimy, la recibió con evidente maltrato verbal y le comunicó que no podían atenderla porque ella no estaba ingresada. No hubo empatía, ni evaluación rápida, ni siquiera una orientación mínima. Simplemente la rechazaron. Para AnyLisa, que busca proteger su embarazo tras una convalecencia reciente, esta respuesta fue devastadora.

La joven explicó que el médico que la había atendido previamente le había indicado realizarse un ultrasonido para garantizar que el bebé estuviera bien. Sin embargo, al llegar al hospital, no solo ignoraron esta recomendación, sino que la doctora justificó el rechazo afirmando que “si atendían todas las órdenes, el hospital se llenaría”.

Una frase que AnyLisa describe como un golpe emocional, al sentirse tratada como una carga y no como una paciente que necesita ayuda.

Con evidente temor, la futura madre expresó su preocupación por posibles complicaciones y por el riesgo que corre debido a la falta de seguimiento adecuado. Recordó incluso que, en otra ocasión, la habían buscado para ingresarla aun sin ella solicitarlo, lo que ahora aumenta su miedo a represalias o negligencias.

“Tengo miedo de que, a la hora de dar a luz, pase algo o me dejen morir por inquina personal”, afirmó. Sus palabras reflejan la desesperación de quien siente que su vida y la de su bebé dependen de un sistema que ya no funciona.

Ante esta situación, AnyLisa responsabilizó directamente al hospital por cualquier daño que pudiera sufrir y pidió urgentemente acceso a un ultrasonido, señalando que está luchando por la vida de su hijo. Su historia se suma a un creciente número de denuncias que evidencian el deterioro, la falta de humanidad y la ausencia de respuestas en el sector de la salud en Cuba.

Del perfil de La Tijera

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