La escena se materializa esta mañana del miércoles 17 de septiembre de 2025 pero ya se ha hecho habitual: varias mujeres embarazadas permanecen desde hace más de tres horas sin recibir atención médica en el área de Ginecobstetricia del Hospital Clínico Quirúrgico "Juan Bruno Zayas" en Santiago de Cuba.

Sentadas en sillas plásticas, algunas con visibles señales de malestar, otras acompañadas por familiares desesperados, todas comparten una misma realidad: la indiferencia de un sistema de salud que, en lugar de protegerlas, las ignora.

Testigos en el lugar aseguran que no hay médicos disponibles, que el personal de guardia no da explicaciones y que nadie se hace responsable. La escena es indignante y dolorosa. Se trata de mujeres en estado de vulnerabilidad, en una etapa crucial de sus embarazos, esperando por horas sin ser atendidas ni evaluadas. Cada minuto de espera puede significar un riesgo para ellas y para sus bebés. Y sin embargo, la rutina parece seguir como si nada ocurriera.

En un país donde la maternidad ha sido bandera de discursos oficiales, ¿cómo es posible que se permita tal nivel de abandono? ¿Dónde están los protocolos de urgencia? ¿Dónde están los responsables de garantizar una atención mínima, o al menos una palabra de aliento a estas madres?

Este no es un hecho aislado. Es el reflejo de una crisis más profunda que va más allá de la escasez de recursos. Es la consecuencia de una estructura deteriorada, desorganizada y sin voluntad real de cambio. La negligencia no puede seguir siendo normalizada. El pueblo está mirando. Y exige respuestas.

Hoy, la denuncia ciudadana vuelve a alzar la voz. No para atacar, sino para exigir respeto, humanidad y acción inmediata. Porque ninguna madre debería dar a luz desde el abandono. Porque la vida de esas mujeres y la de sus hijos no pueden seguir dependiendo del azar o de la suerte de que “haya un médico disponible”.

Esto es urgente, esto es real... ¡Y no puede seguir ocurriendo en silencio!

Fuente: Yosmany Mayeta

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