En un contundente mensaje a la comunidad internacional, el presidente de Estados Unidos Donald Trump, anunció este jueves, en plena Navidad, que su país llevó a cabo una operación militar dirigida a campamentos del grupo terrorista ISIS en Nigeria. Según el mandatario, los ataques se ejecutaron bajo su supervisión directa como Comandante en Jefe y fueron descritos como “poderosos y mortales”, marcando un fuerte mensaje contra los atentados que el grupo extremista ha perpetrado contra la población civil, especialmente la comunidad cristiana.

Trump enfatizó que la acción militar era una respuesta directa a la escalada de violencia en el noroeste de Nigeria, donde los ataques de ISIS han dejado miles de víctimas durante el último año.

En su publicación en la red social Truth Social, el presidente aseguró que se había advertido previamente a los terroristas sobre las consecuencias de continuar con sus masacres, y que la ofensiva estadounidense representa la materialización de esa advertencia. “Previamente les advertí a estos terroristas que si no detenían la masacre de cristianos, se desataría un infierno, y esta noche lo hubo”, afirmó.

El secretario de Guerra estadounidense Pete Hegseth respaldó la operación y señaló que el gobierno de Trump se mantiene firme en su compromiso de proteger a los inocentes. “El presidente fue claro el mes pasado: el asesinato de cristianos inocentes en Nigeria y en otras regiones debe terminar. El Departamento de Guerra está siempre listo para actuar, como ISIS descubrió esta Navidad”, escribió Hegseth en su cuenta de X, destacando además la colaboración del gobierno nigeriano en la coordinación de la ofensiva.

El contexto de estos ataques está marcado por un alarmante aumento de la violencia religiosa en Nigeria, el país más poblado de África. Según informes de la Sociedad Internacional para las Libertades Civiles y el Estado de Derecho (Intersociety), en los primeros 220 días de 2025 los grupos extremistas islámicos han asesinado a más de 7.000 cristianos y secuestrado a cerca de 7.800 personas, una cifra que refleja la gravedad de la crisis humanitaria en la región.

La ofensiva estadounidense, que incluye ataques aéreos precisos, se presenta como un intento de frenar el avance de ISIS y enviar un mensaje contundente sobre la determinación de EE. UU. de enfrentar el terrorismo radical dondequiera que surja. Trump remarcó que su administración no permitirá que estos grupos operen con impunidad y agradeció a las Fuerzas Armadas estadounidenses por su labor, resaltando que la protección de vidas inocentes sigue siendo una prioridad de su gobierno.

El mandatario concluyó su anuncio con un mensaje navideño cargado de firmeza: “Que Dios bendiga a nuestras Fuerzas Armadas y Feliz Navidad a todos, incluidos los terroristas que cayeron esta noche. Si continúan con su violencia, habrá muchos más”. Con esta declaración, Estados Unidos refuerza su presencia en el continente africano y deja claro que no retrocederá ante la amenaza del extremismo islámico, buscando estabilizar una región que durante meses ha sufrido la crudeza del terrorismo internacional.

Fuente: Diario Libre, ElDiario.es

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