El exmiembro del Cartel de Medellín, Carlos Lehder, reveló detalles de la relación de Raúl Castro con la droga.

En declaraciones recogidas en su libro "Vida y muerte del cartel de Medellín", el excapo cuenta la relación de Castro con los negocios de tráfico de drogas que involucraron la ejecución de cuatro militares cubanos en el Caso Ochoa.

Según Lehder, la complicidad de los gobiernos de Cuba, Panamá, Nicaragua y Bahamas era esencial para el tráfico de drogas colombianas hacia Estados Unidos. Estos regímenes, afirma, recibieron millones de dólares para facilitar estas operaciones.

El exnarcotraficante menciona específicamente a Cuba, señalando que la asociación se llevó a cabo con Pablo Escobar y Gonzalo Rodríguez Gacha a través del coronel Antonio de la Guardia, jefe de la corporación CIMEX.

Lehder asegura que su primera visita a la Isla fue con todos los gastos pagados por el Gobierno cubano, utilizando como fachada la compra de langosta, ron y cigarrillos.

En Cuba, Lehder fue recibido por oficiales vestidos de civil, y durante la visita, expresó claramente que necesitaban la Isla como trampolín para el contrabando de droga. Según el exnarcotraficante, esta declaración abrió la puerta a un vasto negocio.

En su encuentro con Raúl Castro, las palabras del líder cubano, aunque no directamente relacionadas con el tráfico de drogas, fueron interpretadas por Lehder como la confirmación cifrada del acuerdo que permitió numerosos cargamentos de droga en la Isla.

El testimonio de Lehder se suma a otras declaraciones que vinculan al régimen cubano con el narcotráfico, destacando la colaboración entre los capos colombianos y los gobiernos de Cuba, Panamá, Nicaragua y Bahamas en la década de 1980.

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