Un nuevo derrumbe sacudió a La Habana Vieja en la madrugada del domingo, cuando el segundo piso de un edificio ubicado en Compostela #568 colapsó alrededor de las 2:00 a.m., dejando dos fallecidos y a una familia completa —incluidos cuatro niños— a la intemperie. El hecho vuelve a poner en evidencia el deterioro extremo de las edificaciones en uno de los municipios más vulnerables de la capital.

Las víctimas fueron identificadas como Carlos Fidel Sánchez Díaz, de 38 años, y su madre, Sara Paula Díaz, de 64, ambos residentes del inmueble. Su muerte fue confirmada por las autoridades locales.

Un vecino, identificado como Evelio, relató al medio independiente Martí Noticias la dramática situación de la familia sobreviviente:

“Están ahí abajo en medio de la calle con los colchones, con todo, todo un desastre”, dijo sobre la madre y sus cuatro hijos que lograron escapar apenas segundos antes del derrumbe.

El hombre explicó que solo se salvaron porque escucharon señales previas al colapso:

“Estaba cayendo tierra… el primero empieza a caer tierra y ahí la gente corre y se salvan, pero al que coge dormido lo mata”.

“A la madre y al hijo los mató a los dos. Otro se salvó, que estaba grave”, añadió.

El ambiente en el Consejo Popular Belén, donde ocurrió el siniestro, es de miedo generalizado y resignación. “Todos están iguales… estamos esperando que nos sepulte el edificio, no hay más nada. Yo mismo me acuesto asustado”, declaró Evelio, destacando que la precariedad habitacional es la norma, no la excepción.

Los vecinos señalaron que este no es el primer derrumbe en el mismo edificio. Hace un tiempo, la caída del tercer piso obligó a la familia que vivía allí a trasladarse a un antiguo almacén en la planta baja, una solución improvisada que no evitó la tragedia posterior.

La dimensión del problema es monumental. Según cifras oficiales de marzo de 2025, en Cuba existe un déficit habitacional de 805.583 viviendas:

– 398.364 requieren rehabilitación urgente.

– 407.219 deben construirse desde cero.

A pesar de la gravedad del panorama, el avance del programa estatal de la Vivienda es mínimo: solo el 3 % de las casas previstas mediante subsidio se han completado este año, el peor resultado desde 2012.

El derrumbe de Compostela #568 no fue un accidente aislado, sino la consecuencia directa de décadas de abandono, falta de mantenimiento y políticas habitacionales fallidas. Mientras el Estado continúa sin ofrecer soluciones reales, miles de familias en La Habana Vieja —y en toda la isla— siguen durmiendo bajo techos que pueden desplomarse en cualquier momento.

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