Familiares y activistas desafían la continuidad del centro migratorio “Alligator Alcatraz”
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 22 de diciembre de 2025
La última vigilia en el denominado “Alligator Alcatraz”, instalado frente al centro de detención ubicado en el antiguo aeropuerto Dade-Collier, se ha consolidado como un punto de encuentro semanal para activistas, líderes religiosos y familiares de migrantes detenidos, según la publicación de la periodista Jany Gonzalez.
Lo que comenzó como una concentración espontánea se ha transformado en un movimiento constante que mantiene vivo el escrutinio público sobre este controvertido recinto, edificado a finales de junio en solo ocho días bajo enormes carpas de lona en pleno ecosistema de los Everglades.
El centro, que empezó a recibir detenidos desde principios de julio, ha estado inmerso en polémicas desde su creación. Diversos testimonios señalan malas condiciones de habitabilidad, escaso acceso a abogados y demoras en los procesos de inmigración. Abogados de derechos civiles han denunciado que, a diferencia de otros centros, el campamento de Dade-Collier opera con niveles mínimos de supervisión judicial debido a su carácter “provisional”, lo que ha generado preocupación sobre posibles vulneraciones de derechos.
La controversia ambiental también ha escalado. Grupos ecologistas, junto a la tribu Miccosukee —que reivindica esta zona como territorio ancestral— presentaron una demanda argumentando que la instalación del centro causa daños irreparables al ecosistema frágil de los Everglades, uno de los humedales más importantes de Estados Unidos. En agosto, una jueza federal emitió una orden para desmantelar el campamento, calificando su impacto ambiental y social como “insostenible”.
Sin embargo, el Estado presentó una apelación inmediata y el proceso quedó congelado tras el cierre temporal del Gobierno federal, dejando el caso en un limbo legal. Mientras tanto, el centro sigue activo y recibiendo nuevos detenidos, aunque organizaciones locales reportan que el número de personas retenidas ha fluctuado en las últimas semanas debido a reubicaciones internas del sistema migratorio.
Las vigilias han cobrado mayor fuerza ante esta incertidumbre. Familias rezan por una “amnistía justa”, como expresan repetidamente en carteles y oraciones públicas, y exigen transparencia en los procesos de quienes ya viven en Estados Unidos y enfrentan procedimientos pendientes. El ambiente combina espiritualidad, protesta y solidaridad, convirtiéndose en un espacio donde se entrelazan fe y activismo.
Mientras la situación jurídica del centro permanece sin resolución, los manifestantes aseguran que no dejarán de acudir. Afirman que estas vigilias seguirán siendo su forma de resistencia pacífica hasta que Alligator Alcatraz sea finalmente cerrado o transformado en un espacio que respete los derechos humanos y el equilibrio ambiental.