¡Hasta 25 mil pesos una pipa de agua en Santiago de Cuba!
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 31 de julio de 2025

En Santiago de Cuba, el acceso al agua potable se ha transformado en una carrera diaria por la supervivencia. En plena temporada de verano, con temperaturas que superan los 30 grados, la ciudad enfrenta una severa crisis de abastecimiento que afecta a miles de familias.
La situación se ha agravado por la falta de lluvias, la casi total inoperatividad de embalses como Charco Mono, que hoy está seco, y el colapso del sistema de Gota Blanca, fuera de servicio desde el 7 de julio.
A esta emergencia se suma el deterioro del sistema de acueducto y la carencia crónica de combustible y electricidad, que impide bombear agua de manera regular. Como consecuencia, barrios enteros pasan días, incluso semanas, sin recibir una gota. En este contexto, ha surgido un mercado informal en el que una pipa de agua puede llegar a costar hasta 25.000 pesos cubanos (CUP), cerca de 50 dólares, una cifra impagable para la mayoría.
"Vivir sin agua es como vivir sin dignidad", expresa Maritania Lemes, una maestra de 58 años que depende de la caridad de sus vecinos para cocinar, bañarse y limpiar. La mujer ha reducido sus hábitos de higiene al mínimo, consciente de que cada litro cuenta. Su caso refleja una realidad que afecta a miles de santiagueros atrapados en un círculo de carencias y prioridades alteradas por la crisis.
En las redes sociales abundan las denuncias por corrupción. Vecinos señalan a trabajadores de la Empresa Aguas Santiago como parte de un esquema de reventa ilegal, donde se manipula la distribución para favorecer a quienes pueden pagar sumas exorbitantes. Mientras tanto, aparecen cada vez más anuncios de venta de hielo, aprovechando la escasez tanto de agua como de electricidad para lucrar con lo esencial.
"El agua se ha convertido en un privilegio para quien tiene dinero, no un derecho para quien la necesita", comentan los usuarios, con imágenes de tanques oxidados, cubos vacíos y colas interminables esperando una solución que no llega.
Pese a esta crítica realidad, el gobierno local decidió celebrar los carnavales del 23 al 27 de julio, una medida que generó un profundo rechazo entre los habitantes. Mientras las familias no pueden ni siquiera llenar una cubeta para asearse, se destinaron recursos públicos a una festividad que muchos califican de irresponsable y provocadora.
La sed en Santiago de Cuba no es solo una señal de escasez: es el símbolo más crudo de una población que sobrevive entre el abandono, la especulación y la indiferencia.
Foto: Yosmany Mayeta