Joven privado de la vida en su propia casa en Mulgoba
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 2 de octubre de 2025

La violencia volvió a sacudir a La Habana cuando un joven fue brutalmente asesinado en su vivienda del Reparto Mulgoba, municipio Boyeros. El hecho ocurrió alrededor de las 5:00 a.m., cuando el silencio de la madrugada se rompió con gritos que alertaron a los vecinos.
Según relatos recogidos en la comunidad, el presunto autor del crimen sería un hombre que, desde hace tiempo, acosaba a la víctima, un joven gay muy querido en el barrio. Vecinos aseguran que esa relación marcada por la obsesión terminó en tragedia, cuando el agresor irrumpió en la vivienda y lo apuñaló sin piedad, dejándolo sin vida en el mismo lugar donde residía.
El suceso ha generado un fuerte rechazo social. Decenas de comentarios en redes piden penas más severas contra asesinos, incluso la pena de muerte, al tiempo que otros reclaman mayor seguridad y cuestionan la inacción de las autoridades.
“La violencia y el odio están consumiendo al país”, escriben algunos internautas, reflejando el dolor y la impotencia que sienten al ver cómo la criminalidad avanza sin control.
La noticia también destapa otra herida: el silencio oficial ante estos hechos. Mientras los medios estatales optan por no reportar crímenes violentos, plataformas independientes y ciudadanos se convierten en la única fuente de información para familiares y vecinos que buscan justicia.
Las voces de la comunidad apuntan a un mismo clamor: “Basta ya de impunidad”. Las personas exigen que las instituciones actúen con rigor, que se investigue a fondo y que este crimen no quede en la impunidad, como tantos otros que han marcado los últimos meses en la Isla.
El dolor se mezcla con el miedo. En un contexto de crisis económica, hambre, carencias y desesperanza, el nivel de agresividad social sigue aumentando.
Para muchos, la falta de respuestas estatales, el deterioro de la vida cotidiana y la ausencia de justicia real son un cóctel que convierte a Cuba en un terreno cada vez más violento e inseguro.
Hoy una familia llora la pérdida de un ser querido, mientras el barrio de Mulgoba se sacude con la pregunta que cada vez se repite más en las calles de Cuba: ¿a dónde vamos a parar?