Descarga gratis nuestra App

La paciencia en el banco; entre cajeros inoperantes y transferencias eternas

Redacción de CubitaNOW ~ sábado 27 de diciembre de 2025

Article feature image

En Cuba, la experiencia de realizar operaciones bancarias se ha convertido en una prueba de paciencia y resistencia diaria, tal como lo relata la actriz y comunicadora Laritza Camacho en sus recientes publicaciones. Su crónica del día refleja una realidad que muchos prefieren ignorar: la ineficiencia tecnológica y la burocracia que ralentizan incluso las tareas más simples.

Desde temprano en la mañana, Laritza se enfrenta a las largas colas de un banco donde los cajeros automáticos, pese a tener corriente eléctrica, no funcionan correctamente debido a problemas con los servidores. La explicación que recibe —que todo lo demás funciona "normal"— provoca una sonrisa cómplice entre clientes y empleados, un gesto que encierra resignación y humor frente a la rutina absurda.

Pero la frustración no termina allí. Por la tarde, en los bajos de su lugar de trabajo, Laritza intenta comprar frijoles negros correctamente envasados, limpios y a precio justo, utilizando el sistema de transferencia digital. Lo que debería ser un proceso ágil se transforma en un calvario: primero, veinte minutos para recibir la confirmación de autenticación; después, otros veinticinco minutos para completar la transferencia.

¡Una simple transacción bancaria se convierte en una odisea de cuarenta y cinco minutos por cliente, multiplicada por la paciencia de cada persona en la cola! Este relato ilustra no solo los problemas técnicos de plataformas como Transfermóvil, dependientes de ETECSA, sino también la desconexión entre funcionarios y sistemas que deberían servir al ciudadano.

La narrativa de Camacho expone una paradoja evidente: los servidores no funcionan, y los funcionarios no actúan como servidores del público. Mientras los clientes esperan, el tiempo se diluye y la eficiencia desaparece, dejando espacio para la frustración y la resignación. Mary Jen Agüero, trabajadora bancaria, confirma esta realidad, señalando que explicar lo que no tiene explicación es parte de su día a día. Este testimonio no solo denuncia fallas tecnológicas, sino también evidencia la estructura burocrática que impide soluciones rápidas, y cómo esta situación afecta la vida cotidiana de la población.

La publicación de Laritza Camacho, con su tono cercano, crítico y humorístico, logra transmitir la impotencia de quienes deben enfrentar sistemas que parecen diseñados para retrasar, más que para agilizar. Su relato es un espejo de la paciencia forzada en Cuba, un recordatorio de que la digitalización sin eficiencia no es progreso, y que detrás de cada transacción interminable hay ciudadanos que esperan, resignados, la mínima funcionalidad de un sistema que debería servirles.


Recomendado para ti

Tambien te puede interesar