El nuevo centro de detención para migrantes en los Everglades, informalmente bautizado como “Alligator Alcatraz”, recibió este jueves a su primer grupo de detenidos, al tiempo que quedó en evidencia la deficiente calidad de su construcción, tras sufrir filtraciones por una simple tormenta.

Un video de Telemundo 51 captó la llegada de un autobús del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), escoltado por vehículos de la Patrulla Fronteriza y otras agencias, ingresando al centro recién construido. En la entrada, se instaló un nuevo cartel con el nombre no oficial del sitio: “Alligator Alcatraz”.

Jae Williams, portavoz del fiscal general de Florida, James Uthmeier, confirmó a The Associated Press que ya hay personas detenidas en el lugar, aunque no ofreció detalles sobre cuántos han ingresado ni en qué condiciones. El propio Uthmeier, uno de los principales impulsores del centro, celebró la operación en redes sociales con un mensaje directo: “Próxima parada: de regreso a donde vinieron”.

Este centro ha sido promovido por el gobernador Ron DeSantis como parte clave de su estrategia migratoria, y fue presentado como una instalación de alta seguridad “resistente a huracanes”. No obstante, apenas horas después de su inauguración oficial —a la que asistió el presidente Donald Trump—, una tormenta de verano dejó al descubierto graves problemas de infraestructura.

Videos grabados por medios locales muestran agua entrando por techos y paredes, empapando cables eléctricos y acumulándose en diversas áreas del centro. Las filtraciones fueron tan severas que incluso interrumpieron una intervención del gobernador, cuando el techo tembló por la intensidad de la lluvia.

Stephanie Hartman, vocera de la División de Gestión de Emergencias de Florida, minimizó el incidente, calificando las filtraciones como “mínimas” y asegurando que los contratistas ya habían aplicado correcciones. Aun así, el hecho genera preocupación, sobre todo porque un informe técnico del condado de Miami-Dade había advertido meses antes que la zona donde se construyó la cárcel es propensa a inundaciones profundas, incluso fuera de temporada ciclónica.

Mientras las autoridades celebran la entrada en operación del centro, activistas y observadores cuestionan la transparencia del proceso, la selección del sitio y, ahora, la calidad de la obra. “Hacer las cosas con rapidez, eficiencia y precisión es fundamental para nuestra misión”, había dicho el director de Emergencias Kevin Guthrie. Sin embargo, la primera tormenta ya puso en duda esa afirmación.

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