Aunque las madres cubanas se vuelvan casi locas a diario para resolver los problemas, los niños a veces se dan cuenta y tienen iniciativa como una pequeña de 10 años que vende durofríos para ayudar en su casa.

"No sé si reír llorar. Todas pasamos por momentos difíciles, unas más que otras, mi niña me vio pasando trabajo ya que todo está caro", dijo este miércoles una madre cubana en Facebook.

Según contó, en la merienda se le va a la semana 700 pesos, más una bolsa de leche 1600 cada tres semanas.

"En fin (a la niña) se le ocurrió la idea de vender durofríos y la verdad que lleva dos días que no deja de vender uno tras el otro. A la vez veo la gran hija que estoy criando pero a la veces me parte el alma. No sé qué hacer: ella misma los hace con solo 10 años", concluyó.

Varias madres celebraron la iniciativa de la pequeña y contaron sus historias.

"Felicidades, amiga, solo han transcurrido 10 años de su vida y ya sabes la clase de persona que estás criando. Qué buena labor la tuya. Felicidades para ella también que ya es un tronco de mujer, una guerrera. Qué orgullo para nuestro género. Te felicito de corazón, suerte para las dos y que las bendiciones no le falten".

"Muy independiente, emprendedora, mi hermano fue desde niño vendiendo aguacate y hoy por ya tiene 25 años y tiene su propio negocio. Bendiciones a tu niña".

"Apóyala como mismo ella lo está haciendo contigo. El trabajo enaltece, dijo José Martí. Es muy lindo que te ayude. Cuando mi familia estaba pasando una situación difícil, yo tenía la edad de tu hija y hacía llaveros con las mangueritas para suero y tejía pulsos a mano para que mi mamá los vendiera para tener otra entrada de dinero. Y aquí estoy, no me pasó nada ni me avergüenzo de haberlo hecho. Estás criando una buena niña".

"Mi hijo tiene seis años y también se le ocurrió la misma idea. Aunque él no los puede hacer solo, lo hacemos juntos y él se encarga de venderlos cuando viene de la escuela y yo no le quitó la idea. Eso hará de él un gran hombre y sé que será luchador", dijo una cubana.

"Eso no es problema. Ahí tendrás una mujer de bien, yo con 5 o 7 añitos iba con mi abuela al campo a traer sacos de maíz. Lo molíamos en casa para mi abuela hacer tamales y yo recogía el pedido por toda la cuadra y los vendía y el dinero que me ganaba, lo dejaba a mi abuela o mamá para ayudar en los gastos. Gracias a eso y otras cosas que aprendí soy tan independiente".

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