Unos 304 millones de personas —casi el 4 % de la población mundial— viven actualmente fuera del país donde nacieron, de acuerdo con estimaciones divulgadas este jueves con motivo del Día Internacional de los Migrantes.

El informe subraya que las personas migrantes cumplen un papel determinante en sectores esenciales como salud, construcción, agricultura y tecnología, con especial impacto en países que enfrentan envejecimiento poblacional y escasez de mano de obra.

Además, el documento destaca el peso de las remesas, que en 2024 habrían alcanzado los 905.000 millones de dólares. La mayor parte de ese dinero se dirige a países de ingresos medios y bajos y suele destinarse a cubrir necesidades básicas como alimentación, educación y salud, en muchos casos por encima de los montos que llegan por ayuda externa o inversión.

En un análisis regional, el reporte pone como ejemplo la migración venezolana, señalando que se ha convertido en un factor de crecimiento económico: las personas migrantes no solo consumen y pagan impuestos, sino que también emprenden, crean empleo y dinamizan sectores como gastronomía, turismo y tecnología. En los países evaluados, se estima que aportan alrededor del 1,2 % de la recaudación tributaria.

El documento también advierte sobre los riesgos de la migración irregular cuando se restringen las vías legales: travesías peligrosas por mar y desierto, explotación y acceso limitado a protección. En ese contexto, el Mediterráneo se mantiene como una de las rutas más mortíferas, con más de 33.000 muertes desde 2014.

A la vez, la situación se agrava dentro de las fronteras: se contabilizan 83,4 millones de desplazados internos por conflictos, violencia y desastres, una cifra que refleja el crecimiento sostenido de las crisis humanitarias en múltiples regiones del planeta.

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