La controversia en torno al Kennedy Center de Washington continúa creciendo luego de que varios músicos y artistas cancelaran sus presentaciones en protesta por la decisión de la junta directiva de añadir el nombre del presidente Donald Trump al histórico recinto cultural. Las cancelaciones han dejado vacíos notables en la programación del centro, incluidos espectáculos previstos para Nochebuena, Nochevieja y mediados de enero.

Entre las actuaciones suspendidas se encuentra la de The Cookers, una reconocida banda de jazz que debía presentarse recientemente. Aunque el grupo no ofreció una explicación directa, su comunicado dejó clara una postura de principios. “El jazz nació de la lucha y de una insistencia incansable en la libertad de pensamiento y de expresión”, señalaron, sugiriendo que la decisión del centro contradice esos valores fundamentales.

Otra cancelación destacada fue la de la cantante folk Kristy Lee, quien tenía previsto actuar el 14 de enero. A través de Instagram, la artista explicó que cancelar conciertos siempre es doloroso, pero que “perder la integridad cuesta mucho más que cualquier sueldo”. Lee afirmó que no puede presentarse en un escenario cuando la historia y las instituciones culturales son, a su juicio, manipuladas con fines políticos o personales. En lugar de actuar en el Kennedy Center, anunció que ofrecerá un concierto desde su casa.

En un comunicado posterior, Lee precisó que su decisión no va dirigida contra el personal, los artistas ni los mecenas del centro, a quienes dijo respetar profundamente. Su preocupación, explicó, radica en la integridad institucional de un espacio financiado con fondos públicos, que —en su opinión— debería mantenerse libre de influencias políticas, autopromoción o presiones ideológicas.

La polémica estalló después de que la junta directiva del Kennedy Center votara este mes a favor del cambio de nombre. Al día siguiente, el nombre de Trump apareció en la fachada del edificio, lo que provocó críticas inmediatas de legisladores y miembros de la familia Kennedy. Estos recordaron que la institución fue creada por el Congreso para honrar al presidente John F. Kennedy y que cualquier modificación de su nombre requeriría aprobación legislativa.

La representante demócrata Joyce Beatty, de Ohio, presentó una demanda contra la administración Trump, calificando la medida como una “flagrante violación del estado de derecho”. Paralelamente, otros artistas han manifestado su rechazo cancelando presentaciones. El jazzista Chuck Redd, quien durante casi dos décadas lideró el concierto anual de Nochebuena en el centro, fue uno de los primeros en retirarse, citando directamente el cambio de nombre como motivo.

La tensión aumentó cuando el presidente del Kennedy Center, Richard Grenell, amenazó con demandar a Redd por un millón de dólares, calificando su decisión como un “truco político”. Desde la institución, una portavoz afirmó que los artistas que cancelan por diferencias políticas actúan de forma egoísta y faltan a su deber de presentarse ante todo el público.

Mientras tanto, Trump ha reforzado su control sobre el centro, reemplazando a la junta directiva y alterando la programación, incluida la eliminación de eventos del Orgullo. Desde el inicio de estos cambios, producciones y figuras como el musical Hamilton e Issa Rae también han cancelado sus participaciones, profundizando una crisis que amenaza con redefinir el futuro cultural del emblemático Kennedy Center.

Fuente: NBC News

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