El conflicto legal que rodea a Daddy Yankee volvió a intensificarse tras la presentación de una nueva demanda que involucra a su exesposa, Mireddys González, y al productor musical Raphy Pina. La acción judicial fue presentada por Los Cangris, Inc. y por el propio artista, identificado legalmente como Ramón L. Ayala Rodríguez.

Según reveló el portal People en Español, medio que tuvo acceso exclusivo al documento legal, el icónico exponente del reguetón acusa a los demandados de apropiarse de regalías que le pertenecen, así como de manipular documentos oficiales de la industria musical para favorecer a Pina. El texto señala que estas presuntas irregularidades habrían comenzado alrededor de 2015, cuando —siempre según la demanda— se habrían modificado registros para incluir a Pina como coautor en canciones donde no participó creativamente.

Esta supuesta alteración habría provocado pérdidas millonarias a los creadores originales, además de asignar un porcentaje de regalías significativamente mayor al productor. El documento también sostiene que Pina y su círculo habrían empleado tácticas de presión e intimidación para evitar que otros artistas afectados elevaran sus reclamos.

La demanda también incluye al abogado Edwin Prado, a Andrés Coll y a diversas entidades presuntamente vinculadas al esquema. En todos los casos, se les atribuye participación o complicidad en maniobras que habrían perjudicado económicamente a Daddy Yankee y a Los Cangris, Inc.

Una de las partes más delicadas del documento es la que involucra directamente a Mireddys González, con quien Daddy Yankee estuvo casado casi 30 años y de quien se divorció en diciembre de 2024. La demanda afirma que González habría gestionado asignaciones internas que aumentaban de manera injustificada los beneficios de Pina-Nieves, reduciendo simultáneamente los correspondientes al artista. Además, se le acusa de excluir deliberadamente a Daddy Yankee de correos electrónicos, comunicaciones administrativas y procesos internos que habrían permitido descubrir la presunta apropiación indebida.

Como compensación, la parte demandante solicita la corrección de todos los registros modificados, el pago de las regalías presuntamente desviadas y la imposición de medidas legales que eviten que situaciones similares ocurran en el futuro.

Hasta el momento, ninguno de los señalados en la demanda —incluidos Pina, González o sus representantes legales— ha ofrecido declaraciones públicas sobre este nuevo capítulo en la prolongada disputa. El caso promete extenderse y podría tener repercusiones significativas en la industria musical, especialmente por las acusaciones de manipulación estructural dentro del manejo de derechos de autor.

La batalla legal apenas comienza y, de confirmarse las acusaciones, este proceso podría convertirse en uno de los litigios más relevantes vinculados al género urbano en los últimos años.

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