Cuba enfrenta una de las peores crisis sanitarias de los últimos años: una epidemia de enfermedades virales transmitidas por mosquitos, que se expande con rapidez en un país golpeado por el deterioro del sistema de salud.

BBC News Mundo describió escenas que muchos cubanos comparan con “una ciudad de zombis”: fiebre alta, sarpullidos, vómitos, diarreas, dolores articulares, cefalea intensa y un agotamiento extremo que deja a cientos de personas postradas durante días. A ello se suman las secuelas que arrastran quienes ya superaron la enfermedad y el temor constante de quienes aún no han enfermado.

La situación, según los testimonios reunidos por BBC, se ve agravada por la falta de medicamentos, la saturación de los hospitales y la escasez de insumos básicos. En redes sociales, la reacción ha sido inmediata y refleja el nivel de angustia que se vive en la Isla.

Tony Aguilar comenta que, aunque no existen soluciones mágicas, “al menos tratemos de prevenir consumiendo el trío antiviral de zinc + vitaminas C y D, de algo puede servir”. Es el tipo de recomendación casera que circula en medio de la ausencia de alternativas reales y que no está, ni con mucho, a disposición de todos. .

Otros usuarios enfocan su preocupación en la magnitud del colapso. Para Medardo D’Ambrosio, “Cuba necesita ayuda humanitaria urgente”, y denuncia que el país ha llegado a niveles de destrucción y pobreza “inhumanos” tras más de seis décadas de socialismo.

Las opiniones también se polarizan. William Moreno sostiene que parte de la crisis responde a “los efectos secundarios de las no vacunas covid-19”, mientras Sergio García pide “solidaridad en tiempos de crisis”. Cada comentario refleja distintas interpretaciones de una emergencia que no discrimina.

Otros comparan lo que ocurre en Cuba con la experiencia regional. Desde República Dominicana, Cándido Vásquez recuerda el impacto del chikungunya y advierte que “da fuerte”, asegurando que actualmente se registran casos aislados en su país.

No faltan reacciones jocosas o irónicas, como las de Max Paco Berros y Jessenia Bat Melej, que responden con risas, mientras Carlos Sage achaca la crisis a “las prácticas de santería”, comentarios que reflejan el caos emocional que acompaña a la emergencia.

Mientras tanto, la epidemia continúa avanzando. Cuba, frágil y vulnerable, enfrenta un brote viral en medio de un sistema sanitario colapsado, un país exhausto y una población que oscila entre el miedo, la resignación, la crítica y la esperanza de que llegue ayuda real.

Fuente: BBC News Mundo

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