El pelotero cubano Iván Prieto logró escapar del resto del equipo Cuba tras su derrota frente al equipo de Estados Unidos en la semifinal del V Clásico Mundial de Béisbol

El receptor no abordó el avión que llevó a su selección de vuelta a la isla porque un familiar suyo lo recogió en las puertas del hotel en el que se hospedaban.

El juego de pelota terminó sobre las 11 de la noche y alrededeor de las 3 y 30 de la madrigada ya los peloteros estaban en el Aeropuerto Internacional de Miami, cargados de maletas para volar a La Habana.

“La decisión mía primeramente fue por tema deportivo porque yo quiero superarme y quiero probarme en un béisbol de un poco más de nivel... Sentí como que me estaba estancando un poco", dijo en entrevista para el medio independiente Pelota Cubana.

Iván dejó en Cuba a su familia, incluida su esposa y una bebé de apenas siete meses de nacida.

“Es bastante difícil es lo que te hace dudar hasta el último minuto porque como quiera que sea la familia es una parte importante de la vida de uno, pero simplemente pensando en ella también, en su futuro, en lo que le puedo dar estando acá, así fue como tomé la decisión”, agregó.

Según dijo, los primeros días en Miami fueron difíciles. “Yo tomé la decisión por temas completamente deportivos, no por más nada y por eso me alejé también de las redes sociales y de todas esas cosas para evitar cualquier tipo de comentarios, cualquier tipo de insinuaciones que no quería”, aclaró.

Las autoridades deportivas del régimen de La Habana mantuvieron un estricto control sobre los miembros del equipo durante sus días en Miami para evitar las fugas masivas reportadas en eventos anteriores.

Prieto González, de 26 años, es natural de la provincia de Holguín. Al Clásico no llegó como catcher titular, ni estaba en el róster de jugadores. El joven formaba parte del cuerpo técnico como receptor del bullpen.

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