Promesas huecas del ministro de Energía y Minas: 'Octubre será mejor'
Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 17 de septiembre de 2025

Cuba atraviesa uno de sus momentos más críticos en cuento a la crisis energética se refiere y a estas altura del campeonato, el ministro de Energía y Minas Vicente de la O Levy promete mejoras en octubre aunque eso nadie se lo cree por lo que el décimo mes del año pinta sombrío.
Las declaraciones recientes, aunque cargadas de promesas, repiten un patrón bien conocido: la postergación de soluciones estructurales, el uso de explicaciones técnicas para encubrir la falta de gestión eficiente y, sobre todo, la esperanza sembrada como herramienta de contención social.
El ministro admitió, esta vez con más franqueza, que el país enfrenta un colapso en su sistema eléctrico nacional (SEN) debido a factores ya crónicos: la obsolescencia de las plantas termoeléctricas, la falta de mantenimiento capital y una alarmante carencia de financiamiento. Sin recursos suficientes, las plantas como Felton, Mariel o Renté continúan en ciclos de averías, y las promesas de reincorporación al SEN en fechas próximas son tan inciertas como las anteriores que nunca se cumplieron.
Otro factor que agrava la situación es la retirada de seis de las ocho patanas turcas, una medida forzada por la imposibilidad de pago, lo cual dejó al país con solo 70 MW adicionales provenientes de estas plataformas flotantes.
Mientras tanto, el déficit eléctrico continúa rondando los 1,800 MW diarios, provocando apagones extensos que afectan desde la calidad de vida de los ciudadanos hasta el funcionamiento básico de servicios de salud, agua potable y transporte.
Aunque se han anunciado avances en generación solar —650 MW actualmente y una meta de 1,000 MW en diciembre— el propio ministro reconoció los límites de esta fuente energética. La falta de infraestructura para almacenar energía y la intermitencia solar siguen siendo retos sin resolver.
Además, se espera una reparación integral de la termoeléctrica "Antonio Guiteras" para diciembre, pero el calendario coincide con el periodo de “baja demanda”, lo que en la práctica reduce el impacto de la mejora en la vida cotidiana de la población.
Lo cierto es que Cuba continúa atrapada en una espiral de apagones, soluciones temporales y anuncios que rara vez se concretan. La crisis energética no es solo un problema técnico, sino una expresión del estancamiento estructural del país.
Mientras no se tomen decisiones estratégicas y sostenibles, el país seguirá dependiendo de parches improvisados y discursos optimistas que no encienden ninguna bombilla.