Las declaraciones de Vladímir Putin vuelven a sacudir el tablero geopolítico europeo. Durante su intervención en el foro de inversión “Russia Calling”, el presidente ruso lanzó una advertencia directa: “Si Europa decide ir a la guerra con Rusia y realmente comienza una guerra, podría llegar muy rápidamente una situación en la que Moscú simplemente no tenga con quién negociar”.

Según Putin, Europa “no tiene una agenda pacífica” y está “del lado de la guerra” por su apoyo continuado a Ucrania.

El mandatario ruso insistió en que las demandas europeas para poner fin a la invasión —que incluye la retirada rusa de territorios ocupados— son “inaceptables” para el Kremlin. También reiteró su posición de negociar únicamente con la administración estadounidense, excluyendo a los líderes europeos, a quienes acusa de “obstaculizar” un posible acuerdo de paz.

Moscú, además, se niega a dialogar con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, a quien Putin no reconoce como interlocutor legítimo.

Estas declaraciones ocurren en un momento en que los servicios de inteligencia de Alemania alertan sobre un posible escenario de confrontación directa. El ministro alemán de Asuntos Exteriores Johann Wadephul aseguró recientemente que Rusia “se está creando la opción” de atacar a la OTAN en 2029, lo que ha encendido todas las alarmas en la Unión Europea. “Tenemos que disuadir de nuevas agresiones rusas junto con nuestros aliados”, afirmó el ministerio.

A la creciente tensión se suma un aumento de actividades sospechosas atribuidas a Moscú: ciberataques, intentos de sabotaje, incursiones de drones y violaciones del espacio aéreo. En las últimas semanas, aeropuertos de los países bálticos, Europa del Este, Bélgica y Alemania se han visto forzados a cerrar por la aparición de drones no identificados. Incluso aviones de combate rusos han cruzado el espacio aéreo de Estonia, lo que la OTAN calificó como una provocación directa.

El comisario europeo de Defensa Andrius Kubilius reconoció que la UE no está preparada: “No tenemos suficientes capacidades de detección ni medios rentables para destruir drones”. Además, admitió que la respuesta europea sigue siendo insuficiente frente al nuevo modelo de guerra híbrida impulsado por Rusia.

Mientras tanto, Moscú mantiene su retórica desafiante, acusando a Occidente de intentar una “derrota estratégica” de Rusia. Las palabras de Putin no solo elevan la tensión, sino que obligan a Europa a revisar sus estrategias defensivas y su unidad política. La pregunta que preocupa ahora en Bruselas, Berlín y París es si esta nueva advertencia es solo un gesto de presión… o un anticipo real de lo que podría ocurrir en los próximos años.

Fuente: Euronews

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