Estados Unidos y sectores específicos dentro del régimen cubano han sostenido contactos discretos en los que La Habana habría mostrado interés en conocer cómo sería la región sin Nicolás Maduro al frente de Venezuela, según revelaron dos fuentes consultadas por Reuters. Los informantes, que solicitaron anonimato debido a la sensibilidad del tema, evitaron precisar qué figuras o instituciones cubanas participaron en los acercamientos.

De acuerdo con una de las fuentes citadas, “algunos elementos del régimen cubano se pusieron en contacto con Estados Unidos” para explorar, de manera preliminar, un posible escenario geopolítico posterior a la salida de Maduro. Una segunda fuente corroboró la existencia de estas conversaciones, aunque tampoco ofreció detalles adicionales.

Estos acercamientos contrastan con la postura pública del gobierno cubano. El 25 de noviembre, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba publicó una declaración en la que acusó a Washington de promover un derrocamiento violento en Venezuela y calificó como “exagerada y agresiva” la reciente acumulación militar estadounidense en la región. La nota oficial denunció la presencia del grupo de ataque del portaaviones USS Gerald Ford, acompañado por ocho buques de guerra, un submarino nuclear y aeronaves F-35 desplegadas cerca del Caribe.

En el comunicado, el canciller Bruno Rodríguez afirmó que cualquier intento de Estados Unidos por remover al mandatario venezolano sería “extremadamente peligroso e irresponsable”, además de constituir una violación del derecho internacional y de la Carta de la ONU. No obstante, los reportes sobre contactos discretos sugieren que al menos ciertos sectores dentro del poder cubano podrían estar evaluando escenarios alternativos a la permanencia de Maduro.

El interés en un posible cambio en Venezuela coincide con la intensificación de la presión estadounidense. En los últimos meses, la Casa Blanca ha ejecutado operaciones contra supuestos cargamentos de narcotráfico vinculados a figuras del chavismo, ha incrementado su retórica sobre una eventual acción militar y ha designado al llamado Cártel de los Soles como grupo terrorista extranjero.

En medio de este clima, Maduro sostuvo recientemente una conversación telefónica con el presidente Donald Trump. El mandatario estadounidense evitó comentar los detalles, pero Reuters reportó que, según cuatro fuentes con conocimiento de la llamada, Maduro expresó disposición a abandonar el país si él y su familia recibían garantías de amnistía, el levantamiento de sanciones y el cierre del caso abierto ante la Corte Penal Internacional.

Los posibles contactos entre La Habana y Washington abren nuevas interrogantes sobre la posición real del gobierno cubano, históricamente uno de los principales aliados del chavismo. Aunque la política oficial sostiene un apoyo irrestricto al mandatario venezolano, las revelaciones sugieren que algunos sectores podrían estar analizando los costos de mantener esa alianza en un contexto regional cada vez más tenso.

Por ahora, ningún gobierno ha confirmado públicamente las conversaciones. Sin embargo, las filtraciones a Reuters indican que el futuro de Venezuela y su impacto en la geopolítica regional continúan generando movimientos silenciosos tras bambalinas, incluso entre quienes públicamente se presentan como aliados incondicionales.

(Con información de Reuters)

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