Rusia ha desatado una nueva ola de tensión diplomática al advertir que cualquier tropa europea desplegada en Ucrania será tratada como un “objetivo legítimo”. Las palabras, pronunciadas por el ministro de Exteriores Sergei Lavrov, no son una declaración más dentro del conflicto; son un aviso frontal que reconfigura el tablero político justo cuando Occidente debate cómo garantizar la seguridad de Kiev en un posible escenario de posguerra.

Lavrov lanzó su mensaje durante una extensa entrevista con la agencia estatal TASS, respondiendo a los crecientes rumores sobre la formación de una “Coalición de Voluntarios”, integrada por varios aliados de Ucrania que barajan enviar fuerzas multinacionales para reforzar la defensa aérea, proteger infraestructuras estratégicas y apoyar la reorganización militar del país.

Para Moscú, este movimiento supondría un cruce inaceptable de líneas rojas.

“Los políticos europeos están cegados por sus propias ambiciones”, afirmó el canciller ruso, acusando a la Unión Europea y a países como Francia, Reino Unido y Alemania de querer llevar el conflicto hacia una “derrota estratégica de Rusia”. A su juicio, Occidente estaría dispuesto a llegar “hasta el final”, incluso a costa de la seguridad de sus propios ciudadanos.

Estas declaraciones llegan en un momento delicado y mientras la diplomacia intenta avanzar, el terreno sigue en llamas. Rusia ha intensificado sus ataques en los últimos días, golpeando zonas residenciales e infraestructuras críticas en ciudades como Kherson, Kiev y Dnipropetrovsk. Los bombardeos dejaron apagones, edificios destruidos y nuevos heridos, recordando que Moscú no ha reducido su capacidad ofensiva ni su voluntad de presionar militarmente.

Zelensky, firme en su postura, aseguró que Ucrania quiere la paz, pero que Rusia “solo demuestra su deseo de continuar la guerra”. También insistió en que Europa y Estados Unidos deben mantenerse del lado de Kiev para frenar las aspiraciones de Vladímir Putin.

A propósito de esta unión, el presidente Donald Trump y el mandatario ucraniano Volodymyr Zelensky sostuvieron una reunión en Mar-a-Lago, Florida, donde afirmaron haber avanzado de manera significativa en un posible acuerdo de paz. Según Trump, ambas partes coincidieron en alrededor del 95% del plan de 20 puntos propuesto por Estados Unidos para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania.

Aunque no se anunció un acuerdo final, ambos líderes calificaron el encuentro como “muy productivo” y expresaron optimismo sobre los pasos futuros. La reunión tuvo lugar pocas horas después de un ataque ruso que dejó un muerto y once heridos en Ucrania.

El mundo observa con preocupación cómo aumentan las amenazas y cómo la diplomacia se enfrenta a su prueba más difícil. El equilibrio entre evitar una escalada y garantizar la frágil seguridad de Ucrania.

Fuente: La Razón

Noticiero Univisión

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