Santiago de Cuba llega al final de noviembre con una realidad doble: por un lado, continúan los esfuerzos de la población para recuperarse del impacto del huracán Melissa; por otro, las autoridades mantienen la organización de actos y homenajes con motivo del 30 de Noviembre, fecha histórica para la ciudad.

En varios barrios aún son visibles los efectos del fenómeno meteorológico que golpeó la provincia hace apenas un mes. Numerosas familias permanecen con viviendas afectadas, en especial por la pérdida de techos. Las calles muestran signos de acumulación de escombros, restos de materiales y partes de árboles que todavía no han sido retirados por completo.

Vecinos de distintas zonas aseguran que continúan enfrentando dificultades para acceder a materiales de reparación, colchones, alimentos y artículos básicos que les permitan estabilizarse después del desastre.

Mientras tanto, en el barrio de El Tivolí se llevó a cabo este 30 de Noviembre una actividad oficial con tarimas, equipos de sonido, funcionarios y una logística similar a la de otros actos conmemorativos tradicionales en la ciudad. Según los organizadores, el homenaje forma parte del programa que cada año recuerda los sucesos históricos ocurridos en Santiago de Cuba durante la lucha insurreccional.

La coincidencia entre el evento político y la situación post-huracán ha generado numerosos comentarios en redes sociales. Diversos residentes expresaron que todavía están esperando respuestas sobre la entrega de recursos prometidos para las zonas más afectadas. Según relatos de habitantes consultados, aún existen comunidades donde la ayuda no llega con la rapidez necesaria o donde se desconocen los plazos para recibir materiales de construcción.

En plataformas digitales, varias personas han denunciado también la situación de adultos mayores que continúan sin servicios básicos. Entre los casos mencionados por usuarios se incluye el de una pareja de ancianos, de 87 y 91 años, que permanece sin electricidad desde los apagones provocados por Melissa.

Según las publicaciones de vecinos, ni delegados ni representantes del consejo popular han ofrecido una solución inmediata, lo que mantiene a la pareja en condiciones de vulnerabilidad dadas sus enfermedades y necesidades especiales.

El paso del huracán Melissa dejó daños en techos, redes eléctricas, infraestructura vial y servicios esenciales, cuyos procesos de reparación aún avanzan de manera irregular. Mientras tanto, la continuidad de los actos oficiales provoca un contraste evidente entre la agenda institucional y las urgencias cotidianas que muchas familias enfrentan.

En Santiago de Cuba, la recuperación sigue siendo lenta y la población continúa a la espera de información concreta, asistencia y materiales que permitan reconstruir las viviendas afectadas y retomar la normalidad después de uno de los eventos meteorológicos más duros de los últimos años.

Fuente: Yosmany Mayeta

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