La madrugada en Centro Habana volvió a teñirse de violencia y abuso, esta vez en la intersección de San Nicolás y Sitios, donde la golpiza contra el joven Dennis Cristian Rodríguez Fernández desató una ola de indignación que continúa creciendo en redes y en la propia comunidad. Según los testimonios de vecinos, Dennis estaba parado en la puerta de su casa cuando varias patrullas de la Policía Nacional Revolucionaria lo abordaron y, sin mediar diálogo, comenzaron a golpearlo bajo el pretexto de que no portaba su Carnet de Identidad. Lo ocurrido después confirma que la arbitrariedad sigue siendo la regla.

Entre quienes salieron en su defensa estaba Wilber Poll, un vecino muy querido en la zona, que también terminó arrestado por intentar evitar que la violencia siguiera escalando. Lo que debía ser una simple verificación de identidad se convirtió en una escena de represión abierta, donde los agentes repartieron golpes, rociaron gas pimienta y arremetieron incluso contra mujeres que solo pedían explicaciones. “¿Cómo pueden dormir tranquilos después de algo así?”, cuestionó una vecina en redes, reflejando el sentir de muchos que presenciaron el abuso.

Otros residentes aseguran que Dennis es un muchacho respetuoso, “como un hijo”, y que todo el barrio sabe que no cometió ninguna falta. “Denuncien, testigos sobran”, escribió una mujer que vive en la misma cuadra y que insiste en que la comunidad no puede dejar que esto quede impune. Comentarios similares abundan: “Algún día les llegará su hora”, “Esto ya es demasiado”, “Los buenos somos más”. Y no falta quien recuerda que la represión se ha vuelto tan cotidiana que ya casi nadie se sorprende, pero todos están cansados.

Ambos jóvenes fueron trasladados a la unidad de Picota y Paula, acusados de “Atentado contra la Autoridad”, una figura usada repetidamente para encubrir los excesos policiales. Incluso otra muchacha que intentó intervenir también fue arrestada, ampliando aún más la lista de víctimas de una noche que dejó heridas físicas, pero también morales.

Mientras tanto, el barrio entero comenta, comparte videos y exige justicia. Muchos coinciden en que el verdadero cambio comenzará cuando toda la comunidad se una frente al abuso. Y Centro Habana, una vez más, ha demostrado que no está dispuesta a bajar la cabeza.

Merlyn Aris Pérez Arias: “Mi pregunta es si esos policías pueden dormir tranquilos cuando ponen la cabeza en la almohada. Un día se darán cuenta cuán equivocados estaban, pero ese día será tarde, muy tarde. En su mayoría los policías son de mi tierra que tanto amo, Oriente, y por esa razón aquí la mayoría de habaneros no nos quieren ni ver porque imaginan que todos somos iguales. Pero no: existen estos especímenes de HP, pero también existimos los buenos. Estas situaciones cada día se hacen más normales.”

Yugmyle Castro: “Denis lo veo como a un hijo. Él vive en esa misma dirección. Que se unan y hagan la denuncia en la Fiscalía porque testigos sobran, todo el mundo lo vio y acudieron a ayudarlo porque saben que era injusto lo que hizo la policía. Denuncien…”

Ciclali Hechavarria: “Algún día, algún día les llegará su hora a todos estos que abusan de su poder, algún día.”

Mercedes Alvarez: “Que lo denuncien, que no quede impune. Ahora hay que usar carnet de identidad en la puerta de tu vivienda. Jijiji. Al final lo que dan es risa. No pasaron escuela policial y por los comentarios tienen casi un pueblo a favor de ellos; entonces no son delincuentes. Tienen que darse un respetón.”

Barbara Guerra: “Ellos son buenas personas y son mis amigos. Qué dolor para una madre como yo al ver el maltrato de un joven que es amigo de mi hijo, el cual podría estar en esa situación. Dios mío.”

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