“Visa denegada”; otro drama que rompe familias cubanas mientras crece el veto migratorio de Trump
Redacción de CubitaNOW ~ martes 21 de octubre de 2025

El sueño de reunirse con la familia se ha convertido en una pesadilla para miles de cubanos que enfrentan el veto migratorio impuesto durante la administración de Donald Trump.
Aunque el expresidente ya no está en la Casa Blanca, sus medidas continúan afectando a quienes, tras años de trámites, esperaban reencontrarse con sus seres queridos en Estados Unidos.
Leymi Reyes Figueredo preparó con ilusión la habitación de su hija en Miami: ositos de peluche, una colcha azul y una pequeña Estatua de la Libertad. Pero el día de la entrevista consular, su hija recibió una sola palabra: “visa denegada”. La razón fue la Proclamación Presidencial que bloquea las visas para ciudadanos de países considerados “de riesgo”, entre ellos Cuba.
Esta política ha paralizado miles de casos de reunificación familiar y afectado a quienes tienen peticiones aprobadas hace años. Lianet Llanes, otra madre entrevistada por Telemundo 51, describió el momento en que le negaron la visa a su hija como “un cubo de agua fría”.
El abogado de inmigración Willy Allen calificó la medida como “un castigo político disfrazado de seguridad nacional”. Y no son solo madres: padres, abuelos y niños viven atrapados en un limbo donde las fronteras separan más que los kilómetros.
En Miami, la comunidad cubanoamericana ha respondido con marchas y protestas. En el icónico restaurante Versailles, decenas de personas se reunieron el pasado 31 de agosto para pedir al gobierno estadounidense que elimine el veto y permita la entrada a las familias afectadas.
“No pedimos privilegios, pedimos humanidad”, gritaban los manifestantes.
El drama no se limita a Miami. En Tampa, Arely Díaz Leal votó por Trump creyendo que favorecería la reunificación familiar. Hoy espera desde hace casi diez años traer a su hijo desde Cuba. “Amo a Trump, pero no creo que sea justo”, dijo al Washington Post.
Historias similares se repiten entre nicaragüenses, venezolanos y haitianos, quienes también han visto truncadas sus posibilidades de reunificación por políticas que restringen las visas humanitarias.
En Los Ángeles, la hondureña Maribel López espera a su esposo desde 2018; en Houston, el joven venezolano Ricardo Patiño lleva seis años sin ver a sus padres.
Mientras tanto, en Cuba, los hijos de Leymi y Lianet siguen escribiendo cartas desde la oscuridad de los apagones, soñando con abrazar a sus madres. En cada habitación vacía de Miami hay una historia suspendida, una promesa que el papeleo y la política han convertido en silencio.
Porque detrás de cada “visa denegada”, hay un corazón cubano que sigue esperando.