Una denuncia pública realizada desde Santa Clara, en la provincia de Villa Clara, expone el deterioro crítico de los servicios fúnebres en la ciudad y la profunda indignación de las familias que deben enfrentar estas condiciones en medio del dolor por la pérdida de un ser querido.

El testimonio fue compartido por el perfil de Facebook La Tijera, que difundió la preocupación de los dolientes ante lo que describen como una situación inadmisible.

Según el relato de una de las afectadas, la experiencia comenzó a tornarse angustiosa cuando recibió el ataúd destinado a su madre fallecida.

La mujer asegura que la caja estaba “mal confeccionada” y que prácticamente se desarmaba.

Detalló que las tablas “se le caen”, que no tenía relleno y que las puntillas sobresalían, dejando expuesta la fragilidad de la estructura. A pesar de reclamar de inmediato ante los encargados del servicio fúnebre, no obtuvo respuestas ni acciones para corregir el problema.

La denunciante afirmó que, a pesar del evidente deterioro del ataúd, el entierro se realizó usando la misma caja, lo cual profundizó la indignación y el sufrimiento de la familia.

Explicó además que el área destinada a los entierros presenta un nivel de humedad alarmante y llega a inundarse, creando un entorno inapropiado para los sepelios y generando grave malestar entre los asistentes.

De acuerdo con el testimonio difundido, estas condiciones no son un hecho aislado, sino parte de un deterioro prolongado de los servicios públicos en la región.

Los familiares insisten en que el respeto a los fallecidos y a quienes los despiden debería garantizarse en cualquier circunstancia, y que la situación actual vulnera la dignidad de las personas incluso en sus momentos más vulnerables.

Las denuncias provenientes de Santa Clara refuerzan la preocupación ciudadana sobre el estado de las funerarias y cementerios en diversas zonas del país.

Los afectados exigen soluciones, mantenimiento adecuado y responsabilidad institucional, con el objetivo de evitar que otras familias atraviesen experiencias similares en un momento tan sensible como el último adiós a un ser querido.

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