El juicio contra el artista independiente cubano Fernando Almenares Rivera, conocido como Nando OBDC, tuvo lugar el pasado 26 de noviembre y quedó concluso para sentencia.

Según denunció la Mesa de Diálogo de la Juventud Cubana, Nando fue encarcelado el 31 de diciembre de 2024, tras el allanamiento de su vivienda en el municipio habanero de La Lisa, donde la única prueba encontrada en su contra fue una bandera cubana. La organización asegura que durante casi un año el artista ha permanecido en prisión sin garantías de derecho, sometido a traslados constantes y diversas formas de tortura.

“Como esperábamos, el juicio fue una farsa donde se habló de pruebas que nunca se mostraron y otras que habían solicitado desde la defensa y que simplemente no fueron realizadas porque demostrarían que la historia contada por la seguridad del Estado es una gran mentira”, denunció la Mesa de Diálogo.

El abogado defensor señaló la mala intención de la fiscalía, que pese a la exoneración de Nando OBDC de la primera acusación, insistió en buscar nuevas razones para mantenerlo en prisión. Uno de los recursos utilizados para criminalizarlo ha sido negarle su condición de artista, argumentando que no está registrado en ninguna casa de cultura.

El artista, de 35 años, fue detenido sin citación previa ni orden judicial, según denunció la iniciativa Arte Prohibido, liderada por él mismo. Su arresto estaría vinculado a acusaciones por presuntos vínculos con actividades subversivas y un incendio ocurrido en el Parque Lenin el 30 de diciembre de 2024.

A finales de julio, Nando OBDC se declaró en huelga de hambre mientras permanecía incomunicado en una prisión de Güines, Mayabeque. En agosto, la Mesa de Diálogo reiteró que el artista seguía encarcelado pese a no figurar entre los presuntos culpables del delito por el que fue detenido.

El pasado 19 de agosto, la Gaceta de Cuba publicó una requisitoria sobre los sucesos que llevaron a su encarcelamiento, confirmando la versión oficial, aunque organizaciones independientes insisten en que se trata de un proceso fabricado para silenciar su activismo.

El caso de Nando OBDC se perfila como uno de los más polémicos en torno a la criminalización de artistas independientes en Cuba, marcado por denuncias de violaciones de derechos humanos, falta de transparencia judicial y represión cultural.

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