Recientes publicaciones publicitarias del portal oficialista Cubadebate sobre un aceite colombiano y un ron premium hecho en Cuba generaron una oleada de reproches de lectores, quienes denunciaron el absurdo de promover productos ajenos al bolsillo y a la vida real de la población en la Isla.

Las reacciones se multiplicaron luego de que Cubadebate dedicara espacio a promocionar el Aceite El Tesoro, presentado por Morano Gruppo, y el Ron Havana Club Icónica Don Navarro, exhibidos en la Feria Internacional de La Habana (Fihav) 2025, celebrada del 24 al 29 de noviembre.

La respuesta ciudadana fue inmediata y frontal. Usuarios acusaron al medio de operar como una vitrina comercial alejada de la realidad, mientras evita abordar asuntos urgentes como la escasez, el deterioro de los servicios públicos o el avance de enfermedades. Algunos ironizaron con “tomarse una botella cuando caiga Nicolás Maduro”, mientras otros recordaron que en las bodegas se distribuyen alcoholes de pésima calidad, muy lejos de los rones premiados que se exhiben para exportación.

Las críticas al aceite colombiano siguieron el mismo patrón. Varios lectores cuestionaron la falta de transparencia sobre el precio, señalaron que el llamado “mercado cubano” es en realidad el circuito empresarial en divisas, e increparon a Cubadebate por la contradicción de actuar como plataforma publicitaria mientras el socialismo que dice defender promete otro modelo de distribución.

La incredulidad fue general: muchos aseguraron no haber visto jamás ese producto en tiendas, otros denunciaron que en las bodegas faltan aceites desde hace meses, y varios apuntaron que la propaganda oficial construye una imagen del país que no coincide con la precariedad cotidiana.

El volumen y el tono de las críticas dejaron al descubierto el desgaste de un medio que, lejos de informar sobre la crisis que vive la población, promociona artículos de lujo o importados que la inmensa mayoría no puede comprar. Para muchos usuarios, Cubadebate terminó confirmando que habita en un universo paralelo.

En el contexto de la Fihav 2025, la empresa BioCubaCafé S.A. presentó su nuevo café “Guantánamo 155”, un producto premium destinado a vitrinas y mercados exclusivos, lejos de la realidad de los guantanameros que no pueden adquirir ni el café normado. Asimismo, el lanzamiento de marcas de lujo como Don Robusto y Raíces generó indignación por el contraste entre la ostentación oficialista y las bodegas vacías.

La mayoría de los cubanos vive agobiada por los problemas en la distribución de alimentos, con atrasos en la entrega de productos básicos como arroz, azúcar y aceite, además de la mala calidad de los alimentos. La corrupción en el sistema de distribución y las deficientes condiciones de almacenamiento agravan la situación, llegando incluso a que algunos productos no sean aptos para el consumo humano.

Por otra parte, la dolarización del comercio impulsada por el gobierno ha acentuado la desigualdad social. La mayoría no tiene acceso a dólares, lo que les impide comprar alimentos y productos básicos en tiendas con precios internacionales. Mientras tanto, los mercados en pesos cubanos enfrentan un severo desabastecimiento, afectando la calidad de vida y generando un creciente malestar social.

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