Díaz-Canel habla de “victorias” mientras la economía se derrumba
Redacción de CubitaNOW ~ domingo 14 de diciembre de 2025
Miguel Díaz-Canel vuelve a apelar a los eslóganes de resistencia y victoria en medio de uno de los momentos más críticos que atraviesa Cuba en décadas. Sus propias palabras, pronunciadas durante el Pleno del Comité Central del Partido Comunista, reconocen la gravedad de la situación: al cierre del tercer trimestre el Producto Interno Bruto decrece en más de un 4%, la inflación continúa disparada, la economía permanece parcialmente paralizada, la generación térmica es crítica y los precios se mantienen altos.
A ello se suma el incumplimiento sistemático en las entregas de los alimentos normados y la incapacidad de la producción agropecuaria e industrial para cubrir las necesidades básicas de la población.
Sin embargo, pese a este diagnóstico demoledor, el gobernante califica cada día de crisis como una “victoria”. Según su narrativa, el pueblo cubano asume con entusiasmo y responsabilidad la permanencia de un sistema que no logra garantizar comida, electricidad estable, medicamentos ni un horizonte económico mínimamente viable. Esta contradicción entre el reconocimiento de la debacle y la insistencia en un lenguaje triunfalista refuerza la percepción de una profunda desconexión entre el poder político y la vida cotidiana de los ciudadanos.
El discurso oficial vuelve a colocar el énfasis en la existencia de un enemigo externo y mediático, al que se responsabiliza de las penurias internas. Periodistas independientes, medios alternativos y activistas son señalados como parte de una supuesta ofensiva contra la Revolución, mientras se evita asumir responsabilidades por décadas de decisiones económicas fallidas y por un modelo centralizado que ha demostrado su incapacidad para generar bienestar.
En contraste con la retórica gubernamental, la Cuba real enfrenta apagones prolongados, escasez crónica de alimentos, hospitales desabastecidos y un aumento visible de la pobreza. Para millones de personas, la vida diaria se ha convertido en un ejercicio de supervivencia constante. Organizaciones de derechos humanos continúan denunciando la existencia de presos políticos, detenciones arbitrarias y represión contra quienes intentan documentar o denunciar esta realidad.
Mientras el régimen presenta la resistencia forzada del pueblo como una prueba de victoria, lo que predomina es el cansancio social, la emigración masiva y la pérdida de expectativas. Más que avanzar, Cuba parece atrapada en un ciclo donde la crisis se normaliza y el sufrimiento se maquilla con consignas. En ese contexto, la pregunta sigue abierta: ¿puede llamarse victoria a sobrevivir sin derechos, sin libertades y sin futuro?
Fuentes: Alberto Arego
La Tijera