Familiares y allegados de Katia, una joven residente en Camagüey, viven horas de profunda angustia tras su desaparición junto a su pequeño hijo Keyler, luego de que ambos salieran hace varios días con destino presunto a la provincia de Matanzas. Desde el momento de su salida no se ha tenido ninguna información confirmada sobre su paradero, lo que ha encendido las alarmas entre familiares, amigos y usuarios de redes sociales que han comenzado a difundir el caso de manera urgente.

Según la información compartida en el perfil de Facebook de Irma Broek, Katia emprendió el viaje acompañada de su hijo menor, sin que hasta el momento exista constancia de que hayan llegado a su destino. La falta total de comunicación ha incrementado la preocupación, especialmente debido a que el trayecto entre Camagüey y Matanzas implica largas horas de viaje y múltiples riesgos en el contexto actual del país.

La familia ha hecho un llamado público para que cualquier persona que pueda aportar datos se comunique de inmediato a los siguientes números telefónicos:

📞 +53 6393 0440

📞 +53 4528 7001

📞 +53 5488 0507

Cada minuto cuenta, subrayan los allegados, quienes insisten en que cualquier información, por pequeña que parezca, puede ser crucial para dar con el paradero de Katia y su hijo y lograr que regresen sanos y salvos a casa.

La preocupación de la familia no surge en el vacío. En los últimos meses, Cuba ha sido escenario de una creciente ola de desapariciones, muchas de ellas rodeadas de silencio institucional y falta de información oficial. En numerosos casos, las búsquedas se prolongan durante días o semanas, y lamentablemente algunas terminan con desenlaces trágicos, lo que ha generado un clima de temor e incertidumbre en la población.

Factores como la crisis económica, la inseguridad en carreteras, el uso de transportes informales, la migración interna descontrolada y la ausencia de protocolos públicos eficaces para la localización de personas desaparecidas han contribuido a que estos casos generen una alarma social cada vez mayor. Para muchas familias, las redes sociales se han convertido en el único medio efectivo para visibilizar desapariciones y solicitar ayuda colectiva.

En este contexto, la desaparición de Katia y su hijo Keyler resulta especialmente alarmante, no solo por el tiempo transcurrido sin noticias, sino por la vulnerabilidad que implica la presencia de un menor. Familiares aseguran que la joven no tenía motivos conocidos para desaparecer voluntariamente, lo que refuerza la urgencia de esclarecer lo ocurrido.

Desde el perfil de Irma Broek, se insiste en la importancia de compartir la alerta y mantener la solidaridad ciudadana. “Cada compartido puede marcar la diferencia”, recalca el mensaje, apelando a la empatía y al apoyo colectivo en un momento crítico.

Mientras tanto, la familia continúa esperando noticias, aferrada a la esperanza de que Katia y Keyler puedan ser localizados con vida y regresen a salvo.

Crédito: Perfil de Facebook de Irma Broek.

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