Dos accidentes en 23 y G: una Habana a oscuras y sin autoridad(video)
Redacción de CubitaNOW ~ viernes 28 de noviembre de 2025
La intersección de 23 y G, una de las más transitadas y emblemáticas del Vedado habanero, es escenario habitual de accidentes. Esta semana no fue la excepción. Un caos absoluto acompaña ese lugar cuando reina el apagón y los autos y motos solo dependen de sus focos para visualizar la calle.
Esta vez, el mismo día, dos accidentes de tránsito se produjeros, provocados por un apagón total que dejó sin servicio los semáforos y sin presencia alguna de agentes encargados de regular el tráfico. En una ciudad donde cada vez funcionan menos cosas, esta esquina volvió a convertirse en un símbolo del abandono.
Con la zona completamente a oscuras, los conductores se vieron forzados a avanzar sin ninguna orientación, convirtiendo una vía de alta circulación en un peligro constante. “Esto es tierra de nadie”, comentó un testigo que presenció ambos accidentes. La falta de electricidad, sumada a la ausencia de policías de tránsito, creó un escenario perfecto para el descontrol: carros lanzándose al cruce sin mirar, frenazos bruscos y peatones intentando sobrevivir entre las sombras.
Mientras los ciudadanos sorteaban el peligro a ciegas, otro contraste indignó a quienes pasaban por la zona: en medio del apagón generalizado, los negocios y propiedades de la élite del poder permanecían iluminados como si nada ocurriera.
La ya famosa Torre K —convertida hoy en símbolo del privilegio en la Cuba actual— brillaba sobre un Vedado sumido en la oscuridad, recordando a todos cuáles son las verdaderas prioridades del régimen.
Este no es un hecho aislado. Los accidentes causados por apagones, semáforos rotos y falta de regulación del tráfico se multiplican cada semana. Cuba ya no solo sufre la escasez de alimentos, medicinas o transporte: ahora también enfrenta la pérdida de seguridad básica en sus calles, un derecho mínimo que debería estar garantizado.
El ciudadano común vive expuesto a riesgos que podrían evitarse con una mínima organización, pero la falta de recursos, la desidia institucional y la indiferencia del poder han dejado a la población en total vulnerabilidad. Cada día que pasa, moverse por la ciudad se convierte en un acto de fe.
Del perfil de La Tijera News