La Policía Nacional del Ecuador frustró el envío de un cargamento de clorhidrato de cocaína que estaba a punto de ser despachado hacia La Habana, tras detectarlo camuflado como chocolate en polvo durante un operativo realizado el domingo 16 de noviembre en el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre de Quito. En total, las autoridades incautaron 1,76 kilogramos de la droga, equivalentes a unas 17.600 dosis.

De acuerdo con un parte de la Dirección Nacional de Investigación Antidrogas, “las encomiendas tenían como destino La Habana (Cuba), en donde la sustancia estaría valorada en alrededor de $52.800 dólares americanos”. El diario Extra, de Quito, destacó que lo que parecía una remesa común de alimentos resultó ser cocaína lista para volar a la capital cubana.

La incautación tuvo lugar en una jornada de controles antidrogas desplegada por la Policía ecuatoriana, donde unidades especializadas lograron identificar el cargamento ilegal. El operativo integró varias acciones coordinadas —“Choco 1”, “Remesa”, “Choco-listo”, “Recipiente” y “Cocoa”— a cargo de la Unidad Nacional de Investigación de Puertos y Aeropuertos (UIPA) y la Unidad Nacional Canina (CRAC), que detectaron la droga en el área de carga de paletizadoras del aeropuerto.

El informe policial señala que, tras la inspección de varias encomiendas, se hallaron cinco frascos cilíndricos con etiquetas de una marca reconocida de cacao en polvo. En su interior aparecieron 17 envolturas de látex que contenían una sustancia blanquecina que dio positivo a clorhidrato de cocaína. Según Extra, en Ecuador el valor del cargamento ronda los 4.000 dólares, pero “en Cuba el precio del cargamento se dispara a más de $52.800”.

La Policía ecuatoriana afirmó que la droga estaba lista para ser embarcada como carga aérea rumbo a La Habana. En cuanto a los responsables, la institución informó que se mantienen las investigaciones “tendientes a aprehender a los autores de este delito”, aunque por el momento no se han revelado nombres ni detenciones vinculadas al caso.

La operación refuerza la alerta sobre el uso de encomiendas y remesas como vía para traficar drogas hacia el Caribe, un método cada vez más detectado en los controles aeroportuarios de la región.

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