Vecinos del reparto El Vedado en La Habana salieron a sus balcones y portales para realizar un toque de calderos en medio del apagón que afecta a toda la zona. La actividad consiste en golpear ollas, sartenes y otros utensilios metálicos como forma de manifestación colectiva frente a la falta de suministro eléctrico.

El apagón interrumpe la actividad diaria de los residentes, quienes han quedado sin electricidad, afectando desde la iluminación de sus hogares hasta la conservación de alimentos y el funcionamiento de equipos esenciales. Según reportes de los propios vecinos, la oscuridad se ha prolongado por varias horas y las autoridades locales aún no han informado sobre el tiempo estimado para restablecer el servicio eléctrico.

En contraste, los negocios y locales ubicados en áreas cercanas a Paseo y Zapata continúan operando con normalidad. Estos establecimientos cuentan con plantas eléctricas que les permiten mantener sus operaciones pese a la falta de suministro por la red general. La diferencia en el acceso a la electricidad evidencia la existencia de recursos y privilegios que no están disponibles para la mayoría de la población residente en El Vedado.

Durante la protesta con calderos, los vecinos de todas las edades participaron de manera coordinada desde los balcones y calles, generando un fuerte ruido que se escucha en varios puntos del reparto.

La actividad no solo se centró en manifestar la molestia por la falta de electricidad, sino también por la interrupción de otros servicios básicos que se suman a la vida cotidiana de la comunidad. Entre estos se mencionan problemas con el suministro de agua y la falta de condiciones adecuadas para el disfrute de espacios públicos y residenciales.

Reporteros de La Tijera continúan recopilando información de primera mano sobre el apagón y sus efectos en la población. Se documenta que la protesta se realizó de manera pacífica, sin intervención de fuerzas del orden hasta el momento, y que los vecinos buscan visibilizar su situación ante las autoridades y medios de comunicación locales e internacionales.

El toque de calderos se convierte en un registro más de las dificultades que enfrentan los residentes de El Vedado ante la interrupción de servicios esenciales. La comunidad mantiene la coordinación entre vecinos para documentar la situación y garantizar que la protesta se realice de manera organizada y segura, mientras esperan que se restablezcan los servicios básicos afectados por el apagón.

Fuente: La Tijera

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