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Estudiantes de Ciencias Médicas denuncian retorno forzado a clases sin condiciones tras huracán Melissa

Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 26 de noviembre de 2025

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A casi un mes del paso del huracán Melissa, estudiantes de la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba denuncian que continúan obligados a asistir a clases y permanecer en las residencias estudiantiles sin que existan condiciones mínimas de higiene. El reinicio del curso ocurre además en medio de un repunte epidemiológico que mantiene en alerta a toda la provincia.

La reincorporación fue apresurada: primero los alumnos de sexto año, convocados apenas días después del ciclón, y luego el resto de los estudiantes, pese a que las calles siguen llenas de escombros, persiste el desabastecimiento de agua potable y los cortes de electricidad.

En redes sociales, los estudiantes alertaron sobre el costo de volver a clases en estas condiciones. En una publicación de Facebook del 10 de noviembre, el comunicador Yosmany Mayeta incluyó denuncias de un estudiante de Medicina que describía un panorama de casas sin techo, barrios sin electricidad, falta de agua y escasez de alimentos, cuestionando cómo podían retomar el curso “como si nada hubiera pasado”.

“El Ministerio de Educación de Santiago de Cuba tiene que tomar medidas, no se puede comenzar; ni los maestros, ni los alumnos están preparados para comenzar las clases, sin agua, sin gas, sin comida, sin electricidad…”, comentó la usuaria Irela Beltrán Igarza.

A pesar del descontento, el director Provincial de Educación, Raúl Samon Soto, anunció en comparecencia televisiva que el 11 de noviembre los centros educacionales recibirían a sus estudiantes, “como parte de un proceso de reanimación paulatina del curso escolar”. En la práctica, algunas instalaciones retomaron actividades ese día, pero otras no lo hicieron hasta el 19 o incluso después.

La Facultad No. 2 de Ciencias Médicas ha estado operando sin reparaciones esenciales: áreas exteriores cubiertas de escombros y árboles caídos, filtraciones en el edificio y persianas destruidas. En las residencias, los estudiantes se quejan de recibir comida en mal estado y agua turbia.

Dos estudiantes de sexto año, bajo anonimato por temor a represalias, dijeron al medio independiente CubaNet que se les exige asistir a clases y cumplir guardias hospitalarias incluso en condiciones extremas. Señalaron que buena parte de ellos es usada como fuerza laboral para suplir tareas que deberían desempeñar profesionales de la salud: llenar documentación, realizar mandados, buscar resultados de laboratorio, trasladar indicaciones médicas o cubrir déficit de personal. También participan en pesquisas sin medios de protección.

A esta carga se suma la irregularidad de los estipendios. El subsidio mensual de 800 pesos ha llegado a retrasarse hasta dos meses, como ocurrió recientemente, cuando los estudiantes cobraron dos mensualidades a la vez solo después de que se hiciera pública la denuncia.

“Nos exigen venir como si todo estuviera normal, pero seguimos sin agua limpia ni comida suficiente. Las guardias son agotadoras y hacemos tareas que no nos corresponden”, dijo otra alumna de sexto año, residente en Santiago de Cuba.

Para estudiantes y familiares, el retorno parece más un cumplimiento formal que una garantía real de condiciones dignas. Muchos jóvenes no han podido reparar sus hogares, recuperar pertenencias ni asegurar servicios básicos estables, lo que convierte la vuelta a clases en un reflejo de la precariedad que atraviesa la provincia tras el paso del huracán.


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