El Movimiento Matrimonio Feliz solicitó formalmente al Ministerio de Cultura de la República Dominicana la intervención del programa de televisión La casa de Alofoke 2, alegando que las dinámicas y mensajes del show son “contrarios a los valores éticos, morales y familiares”.

La petición fue presentada mediante una carta dirigida a la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos, donde este movimiento —que promueve principios cristianos— expresó su preocupación por el impacto que, aseguran, tiene el contenido del programa en la moral y en la educación de la juventud dominicana.

En la misiva, señalan que La casa de Alofoke proyecta “modelos negativos” que afectan la formación moral y espiritual de los jóvenes. Sostienen que las expresiones de violencia, vulgaridad e inmoralidad presentes en el show atentan contra los principios que deben regir la convivencia y el respeto entre los ciudadanos, “especialmente los más jóvenes”. “Este tipo de contenido no solo ofende la sensibilidad de muchos ciudadanos, sino que también transmite modelos negativos a la niñez y a la juventud, comprometiendo la educación en valores y la sana convivencia social”, afirma el documento.

El movimiento subraya que la protección de los valores familiares y de la integridad social requiere acciones responsables de todos los sectores. Por ello, piden a las autoridades “tomar las medidas necesarias” para suspender o regular programas como La casa de Alofoke, al considerar que “socavan los principios éticos y morales” que deberían prevalecer en el país.

La casa de Alofoke, creado por Santiago Matías (Alofoke), es un formato de entretenimiento que ha generado controversia por sus contenidos provocadores y su dinámica centrada en la vida nocturna, las relaciones personales y los conflictos entre participantes. Aunque su segunda temporada cuenta con una amplia base de seguidores, ha recibido fuertes críticas de sectores conservadores que consideran que su influencia es perjudicial para la formación de las nuevas generaciones.

Matías ha defendido repetidamente el programa como un espacio de entretenimiento que refleja aspectos reales de la sociedad y que no pretende servir de modelo de conducta. Pese a las críticas, ha afirmado que continuará trabajando en los medios, aunque descartó producir una tercera temporada del reality al considerar que su propuesta ya alcanzó su límite.

La solicitud del Movimiento Matrimonio Feliz reabre el debate en la sociedad dominicana sobre hasta dónde debe llegar la libertad de expresión y cuál es el papel de los medios en la formación de la cultura y los valores nacionales.

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