La comunidad de El Uvero, en el municipio Guamá, vive momentos de dolor e incredulidad tras la muerte de Gielkis Área Suárez, un hombre de 40 años que falleció por no recibir la asistencia médica necesaria en el momento más crítico. Según denuncias compartidas por la página La Tijera, Gielkis comenzó a presentar síntomas graves relacionados con un misterioso virus que sigue afectando a varias provincias de Cuba, especialmente a jóvenes y niños.

A pesar de la urgencia de su estado, el sistema de salud castrista no le brindó la atención que podía haber salvado su vida. Esta situación refleja, una vez más, las carencias y fallas del sistema sanitario en el país, dejando a la población vulnerable y desprotegida frente a enfermedades que podrían ser tratables con intervención oportuna.

Vecinos, familiares y compañeros de trabajo recuerdan a Gielkis como un hombre noble, trabajador y respetado, cuya partida deja un vacío profundo en la comunidad. Su historia se suma a una serie de casos recientes donde la falta de respuesta médica adecuada ha derivado en tragedias evitables.

El fallecimiento de Gielkis no solo es un golpe para su familia y amigos, sino también un reflejo de la impotencia que sienten los ciudadanos ante un sistema que no cumple con su función más básica: proteger la vida. Las autoridades siguen sin ofrecer estadísticas claras, explicaciones convincentes ni acciones concretas para enfrentar el brote del virus que ha comenzado a afectar a más personas cada semana.

Hoy, El Uvero se viste de luto mientras familiares, amigos y vecinos acompañan a Gielkis en su velorio, recordando la importancia de exigir justicia y una atención sanitaria que garantice el derecho a la vida. Su muerte debería ser un llamado de alerta sobre la necesidad de cambios urgentes en la política de salud pública y la atención inmediata a quienes sufren.

La historia de Gielkis Área Suárez es otra evidencia de la negligencia y la indolencia que afectan a muchas familias cubanas.

Del perfil de La Tijera

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